El otro día a las 8:35 de la noche estaba leyendo el periódico.
“Asesinato en calle Madero” decía la primera plana. No le di la más mínima importancia a sus noticias amarillistas así que doblé el periódico y lo tiré a la basura. Prendí el radio para escuchar algo de música y me metí a bañar. Cuando habia acabado saqué la mano para agarrar mi toalla y me sequé rápidamente. Me vestí y salí del baño. Oí un ligero ruido en la cocina, como si algo se hubiera caído. Fui a ver que pasaba y me encontré a un hombre. Me vio y se acercó muy rápido, me di cuenta que tenía un cuchillo en la mano. Nunca me había sentido tan asustado en mi vida, corrí hacia la puerta pero estaba cerrada y mis llaves estaban en la sala que estaba junto a la cocina. Me agaché y esperé a que pasara lo que tenía que pasar. Me dio a oler un trapo que me dejó inconsciente.
Cuando desperté estaba en un cuarto muy obscuro, me levanté y me puse a observar mis alrededores. No podía ver nada, así que me senté en lo que parecía ser un rincón como por 3 minutos hasta que llegó el hombre que me había secuestrado.
-¿Estas bien?
No quería responderle pero al final asentí. Después de eso se fue y me decidí dormir. Me despertó un ruido, se abrió la puerta del cuarto en donde estaba y ví que el hombre aventaba a una mujer.
-¡No tienes derecho a hacerme esto!, gritó desesperada la mujer
Ya había mas luz en el cuarto, así que me levanté y le extendí una mano para ayudarle a levantarse. Era una mujer bien parecida, cabello negro y piel blanca con ojos azules.
-¿Cómo te llamas?, le pregunté
-Kata, ¿y tu?
-Jón
Le conté la historia de cómo había llegado aquí y ella me dijo que a ella la había secuestrado mientras caminaba en la calle de regreso a su casa.
No podía que hora era, que día era o si era de día y de noche. Estuve platicando con Kata por algún rato y después decidimos irnos a dormir. Cada uno en su propio rincón.
Me desperté porque tenía mucha hambre, no había comido desde que había entrado en ese cuarto. Otra cosa que noté fue que no estaba Kata en el cuarto. Intenté abrir la puerta del cuarto con una tarjeta que tenía en mi bolsillo pero no sirvió de nada. Tenía mucha hambre así que decidí dormirme. Cuando me desperté veía el cuarto de diferentes colores y sentí que las paredes se movían. Estaba alucinando por falta de comida. No me quería mover para no hacer algo tonto, ya ni siquiera sabía si Kata había regresado o no, y tampoco quería saberlo. Me senté, me recargué en la pared e intenté retomar la conciencia pero fue muy difícil. Había calculado que llevaba 4 días ahí, sin comer y durmiendo en el suelo, y eran casi 3 días sin hablar con nadie. Había decidido que habían matado a Kata o que había muerto de hambre. Mi piel estaba reseca ya que tampoco había bebido nada y sabía que iba a morir.
Me volví a dormir por como 30 minutos. Me levanté un momento y luego caí y no vi nada más que un cuarto negro con una luz muy grande en el fondo. La luz se iba acercando lentamente hacia mí. Cuando ya no veía nada más que la luz lo siguiente que ví fue a un hombre tirado en el suelo en un cuarto y a unos policías entrando rápidamente y despejando el cuarto. |