Mis poros sudan el calor de tu cuerpo
tu veneno es lo que me impulsa a vivir;
te doy lo que quieras por tener tu tiempo,
aquí entre mis manos vacías y tercas.
Los recuerdos de ti no me dejan tranquilo
surge de la nada, de las cenizas;
la cereza es como un detalle perfecto
para nuestra historia irónica e imposible.
La pasión surge de tu risa, del recuerdo;
sentir tu calor fundirse en el contacto,
la ilusión te llama aclamado tu conciencia
y el corazón me engaña enamorándose
Mis ojos se cierran con tu sueño profundo
tu sonido es el eco implacable;
y muero imaginando tu piel sabor chocolate
derritiéndose sobre mi, en mis labios…
Texto agregado el 17-10-2006, y leído por 111
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