Salté por la ventana sin más que un sol. Que un sol que ya no brilla como antes; Aunque tampoco alcanza a apargarse del todo. Ni siquiera calienta pero no se resigna a morir con su misión incompleta... Sin saber tampoco cual es su misión ¿Será acaso que debo sepultarlo nada más? Por lo mismo salto por la venta y no por la puerta como debiera ser... Pero, ¿donde lo sepulto?, no tengo jardín, ni patio, ni sitio en cementerios... Mejor lo regalo.. Tal vez alguien logre resucitarlo Más bien, reanimarlo. 6.12.2000
Texto agregado el 16-10-2006, y leído por 124 visitantes. (1 voto)