Perdido en el color de tu mirada
Naufrago en el embrujo de tus besos
Sediento de tu fuente rebosada
De mieles y pasión en desenfreno

Paz en tus ojos, dicha en tu voz, gozo en tu vientre
Imagen tangible de felicidad perfecta
Tan perfecta como el meneo discreto y sensual de tus caderas al andar con el que me seduces y finges no darte cuenta


Así, sin más ni más
Yo te descubro y te hago mía
Selva virgen, salvaje y reposada
Después de hacerte mía te bautizo
Como a toda tierra conquistada
y te pongo por nombre… paraíso