Dime niña… ¿Cómo hiciste?
¿Cuál hechizo utilizaste?
¿De que trucos merlinezcos te valiste?
Aquella vez primera que a los ojos me miraste.

De la luz de tu sonrisa
Desde entonces soy cautivo
Es tu voz, y tus caricias
Que me hacen sentir vivo.

Dime ladronzuela,¿ que me diste?
Que a la postre y la sazón
Me has robado el corazón
Desde aquella vez primera,
Que en mis brazos estuviste.

Niña mía ¿Quién te enseño a robar así?
De que sublime manera te apoderaste de mí
Que tan preso de tus sueños
Y tu risa de primavera
Cautivas mis pensamientos como aquella vez primera
¡Hay pobrecillo de mí!...


“hola Reina preciosa, hoy me levante con la necesidad de decirte ¡Cuánto te quiero!
Sin embargo tu sabes que mis palabras son muy limitadas comparadas al amor que tengo por ti, así que decidí escribirte estos versos espero que te gusten.
Le doy gracias a Dios por haber sido tan bueno y concederme un regalo tan hermoso
Como lo eres tu hija mía, espero poder cumplirle a Dios y ser el mejor padre para ti
Y que pueda llegar a verte un día, realizada, feliz y satisfecha de haber tenido un padre como yo. (Bueno eso espero) pero mientras recuerda amor que la vida puede tener sus altibajos y tal vez tengas que pasar por momentos difíciles y no muy agradables siempre recuerda que eres una mujer fuerte y capaz de enfrentar las circunstancias que sean
Y que tienes un papa que te adora y que siempre estará dispuesto a dar hasta su vida por ti sin importar el que, como o cuando siempre estaré aquí a tu lado apoyándote mi niña, aun si algún día por cosas de la vida me encuentro lejos de ti búscame en el silencio, o en lo profundo de tu corazón por que siempre estaré allí cerca de ti
Como siempre para ofrecerte mi amor.”