-Mírame Martín
en la oscuridad de la noche
donde mi silueta es una gota de luna
que desciende frente a tus ojos.
Bébeme hasta el último sorbo de vida
que deja estelas en tu piel
amanecida de primaveras
mientras el almendra del otoño
me va vistiendo de cortos atardeceres
acercándome a las gélidas noches del invierno
Poséeme con las alas de los sueños
que aún despiertan en tus amaneceres de pájaros libres
antes que las mías pierdan la gracia del vuelo.
Llévame a la cumbre más alta
donde los cóndores detienen su vuelo
para alcanzar la posibilidad de renacer nuevamente.
Ilumíname con el sol que aun es joven en tus ojos.
Él la miro enajenado, en silencio extendió sus manos
y la envolvió en las sábanas consteladas
de la noche en plenilunio.
Anngiels simplemente mujer.
II
Martín la mira...
la mira...la mira…
la mira
Bebe con la mirada
gota a gota de luna
que su piel derrama
La posee
con las alas
de la ilusión
en la libertad
de los sueños
que los embriagan.
La lleva a la cima
donde recobra su vuelo
donde renace su alma
La cubre de soles
de estrellas
de lunas
de amor
y la mira...la mira
la mira
sin dejar de amarla
Texto agregado el 27-02-2003, y leído por 340
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No debe de haber nada más hermoso, que a uno lo miren como si fuera lo único que existe. Definitivamente la poesía te sienta bien. Un abrazo. mcavalieri
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