Hola pequeña, no sé si sigas guardando como antes mis correos, escrithots o mensajes, pero quiero que este en particular lo leas con calma y detenidamente, porque acaso sea este, el último correo que te mande en esta vida, lo que le hagas después tú lo decides.
No quiero sonar exagerado pero ahora las cosas dependen sólo de tí, y no quiero incomodarte con lo que ahora sé y te escribo. Acaso no sea todo lo que deba saber ni me haya enterado del mejor modo, pero creo que con eso tengo pero eso no es lo que importa, después de todo te amo lo suficiente como para que me duela demasiado, pero no para que deje de quererte como lo hago, aún y con todo lo que siento ahora.
Quiero desearte lo mejor siempre, no puedo odiarte ni sentir el menor asomo de rencor hacia tí o tus cosas, me has enseñado más de lo que imaginas y eso puedo con todo el dolor de mi cuerpo, sentirlo y valorarlo, como lo hago contigo. Te seguiré queriendo no sé hasta cuando, y escribiendo también por tu causa, no puedo negarlo, porque es obvio que al leerme te enterarías, seguiré escribiendo lo que siento porque si no me ahogo, y ahora más que nunca creo que tengo muchas cosas que lastiman y debo sacar de mi pecho.
Hazme un poco de caso y cuídate mucho, en verdad los hombres somos unos brones y sé que las mujeres tienen lo suyo, lo he comprobado nuevamente, pero eso es lo que debe hacernos crecer, tomando las precauciones adecuadas a cada momento, nunca, creeme, nuca compartiré como contigo tantas cosas lindas, tan nuevas, porque ahora todo será antes y después de ti, como un lindo pero doloroso parte aguas; espero lo entiendas y a la distancia no me mires como un loco, o un enfermo obsesionado contigo, es sólo que sé que si he estado enamorado alguna vez ha sido sólo de ti, no me queda la menor duda, y me hubiese gustado haber nacido un tiempo después y haber coincidido acaso de otra forma pero de nuevo encontrarte en mi camino con algunas diferencias de menos para que te hubieses quedado conmigo, porque si pudiera repetirlo todo, con todo y lo que me duele ahora, lo volvería a hacer, aunque terminara siempre doliendo lo mismo o inclusive más que ahora, porque has hecho acaso sin quererlo, que todo esto de vivir la vida valga mucho más la pena.
No espero respuesta alguna a este escrithot, te dejaré tranquila con tus cosas y libre o acompañada de quien tú elijas para seguír con tu vida, creciendo y aprendiendo muchas cosas, se me irán quitando poco a poco las ganas de llorarte, la necesidad de olerte un poco, o besarte, o hacerte el amor una vez más, pero eso será con el tiempo, en que ya no sufra tu ausencia, porque nunca habrá quien te supla, pero no volveré a molestarte con mis letras, así cuando tú lo decidas y si es que ocurra, me leas, me escribas o me llames aunque sea para platicar, pero por lo mientras ya no me mandes cosas, ni fowards ni nada parecido, que en cada destinatario busco tu nombre y si acaso llega me da vuelco el corazón como a un niño, y creo que será que quieres volver a mis brazos, y duele demasiado aún el estar así de enloquecido y equivocado.
No es mal viaje ni que no quiera saber de ti, sino al contrario, quiero saber que estas bien, siendo felíz, con quien sea, pero no ahora, porque me dueles demasiado, si escribes o llamas que sea sólo si quieres que vaya de nuevo a tí, que creeme gustoso lo haría o lo haré, pero como estoy consciente de todo lo que ahora sucede, sólo me resta dejarte marchar y esperar, y algún día no sé cuando dejar de hacerlo, pera que no me lastime la soledad, por eso lo aclaro ahora, bórrame de tus contactos y amigos si quieres, y el día que cambies de opinión sabes dónde encontrarme, pero te pido que no me lastimes más de modo indirecto, quiero que me dejes de doler tan de repente, quiero dejar de sentirme desfallecer como un tonto si no te tengo, y debo desintoxicarme de tí, y para eso sólo se receta la abstinencia, porque estoy muriéndome de a poco por ti, y eso creo que no lo sabes del todo.
Te amo, lo sé y ahora lo sabes si antes no lo hacías, es una pena que no sintamos lo mismo, sé que en algo te fallé y no puedo remediarlo por más que quiera, porque con todo lo que creo saber no encuentro el modo, sea esta la última carta que te envíe sin que suene a despedida, y con el llanto en los ojos me rasco para jugar al disimulo pero a ti no puedo mentirte, me pesó comer a tu lado esa última vez, no sabes cómo se me oprimía el pecho de respirarte y cuando tu mano me tocaba, me sentí desfallecer más de una vez al ver tu llanto y probarlo por última vez, te amo demasiado como para no acordarme de casi todo, con todo y lo necio y distraido que ambos sabemos soy.
Te dejo bebé, y pido perdón por seguirte sufriendo, ojala que tu suerte no cambie como la mía, una mañana en que despiertes soñando con una despedida nunca tan sufrida como antes, que seas lo más feliz posible y si quieres volver a verme sabes que ahí estaré. Gracias por absolutamente todo, porque las cosas ocurren por algo, y no me arrepiento más que del final de todo, pero debo seguir caminando e intentar cambiar de página para que no duela tanto, un abrazo que te estreche toda fuerte y un saludo. Besos.
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