Uno de mis más dulces y tiernos recuerdos
Que no logran desvanecerse con el paso del tiempo:
Un susurro, una caricia, un “te quiero”
Aún siento tus manos resbalar por mi cuerpo
todavía percibo ese olor a naturaleza libre, sin fundamento
esos ojos grises trabados en mi mirada,
cautelosa por las noches, de vez en vez anegada.

Voces dulces, susurrantes, tiernas,
Sondeaban mi mente despojando tu curiosidad
Y esa mano apoyada en la tuya, tan cálida.
Recuerdo como me sujetaba a ti.
Nuestro punto de apoyo para mover nuestros mundos.
Como si fuéramos a caer en un abismo.

Sin embargo, los besos se doblan y se protegen
Había tantos en tu rostro…
Mientras sé que voy quedando en el olvido
Caí en el abismo de tu mirar
Suplicio… susurro
Todo es silencio nocturno

Sigo narrando una historia
Pena, firmeza e histeria.
Sientes y ocultas el origen infinito, por un instante.
Mientras descubro que son muchos besos los que me gustaría regalarte.