Anima
DONDE DIOS NO LLEGA
A las puertas del cielo y del infierno,
lejos del alcance de Dios,
abrazados en un momento eterno
que niega todo aquello que existió,
antes de huir buscando una salida
hacia un futuro menos humano,
más moral.
Creo mi propio mundo
de sueños vigentes en esta nueva realidad
por un futuro menos humano,
más moral.
No te preocupes,
Dios nos está mirando,
no tiene más que hacer.
NADA IMPORTA YA
Abrazado a ti,
aquí tras la pared.
Ya no dicen nada
las voces que dejé
atrás.
Ya no hay quien me manche
de superficialidad,
felicidad artificial,
simple compostura,
de las cosas que no duran,
del pecado de la religión,
eso de la casa de Dios…
El tiempo contra el sueño,
las caricias del empeño
apagadas por las voces del poder,
la ambición por la ascensión,
la abstención, la perdición.
Esas memorias, las que borran
lo que no quieren contar,
lo que dicen las mentiras más allá de la verdad.
Nada importa ya.
El alma como prueba de vida
Se ve que aquí también
los inconformistas desaparecen,
Anemia se lleva sus somas,
pero tu alma prueba tu vida,
y más allá de lo evidente,
puedo sentir que me sientes
aun sin poder tocarme,
el que no siente ahora soy yo.
Soy yo el que piensa cómo salir,
el que da golpes y más golpes,
el que no encuentra sentido alguno
a que Anima haya fracasado,
a que no estés a mi lado,
y aun sin poder tocarme
el que no siente ahora soy yo,
soy yo,
el que no siente soy yo.
Nunca pedí tanto.
Más débil
Anima sigue en mí,
ahora mucho más débil,
es algo superior
lo que me causa estos dolores
en el corazón.
Siempre luché por ti,
siempre llegué hasta ti,
pero tuve que saltar paredes,
y ahora estoy en mi contra
y este mundo ha perdido
su sentido, sin ti.
¿Por qué yo?
Ningún otro hombre lo soportaría.
¿Por eso te la has llevado?
¿Por qué no me has llevado?
¿Por qué yo,
que siempre intenté
estar a la altura
y más?
Tiene que haber más.
Condena la verdad,
no mates otro sueño,
condena la verdad,
no mates mi felicidad.
Anemia
La herida se abre,
abres tu corazón,
revelas tu secreto
y Anemia te lleva.
Mis lágrimas forman océanos,
tu dolor, compasión
y nuestras palabras
se tornan en arena.
Dios nos ha alcanzado.
Domina Anemia.
La herida se abre,
abres tu corazón,
revelas tu secreto
y Anemia se apodera de los dos
de los dos, de los dos,
más allá del amor de los dos,
de los dos, más allá del amor.
De los dos, de los dos,
más allá del amor de los dos,
de los dos, más allá del amor.
Aún humanos
Nuestro propio camino
se antepone al destino,
hemos encontrado el libro
y lo hemos reescrito,
todo por no sufrir de vez en cuando.
Pero Anima no desaparece
y aún recuerdo el instante eterno
en que nos abrazábamos a las puertas del cielo
(y del infierno).
Únicos, pero aún humanos,
nos empeñamos en ganar
por no probar ese vacío de la derrota,
ese dolor en el estómago,
y entonces es cuando nos vence Anemia.
¿No me oyes?
Reflexión (filosófica)
¿No lo ves ahora?
Las almas se pudren
antes de encontrar un cuerpo en que vivir.
Nada por qué vivir.
No estoy muerto
No te lances, no vaya a ser que me caiga.
Me niego a aceptar que el amor es vida,
yo no estoy muerto,
ya sé que tú no me ves,
pero siento y te siento siempre,
tienes el tacto de esta pared
y no me sientes.
He pactado con los demonios,
nos tratarán mejor que Dios,
sólo tengo que salir.
Que no estoy muerto,
aunque tu velocidad me mata.
No estoy muerto,
a cada golpe tiembla la pared.
No estoy muerto,
soy las lágrimas que ya has secado de tu cara.
Y hablando de sentirlo,
te siento en la distancia,
fuera de su alcance.
Que no estoy muerto,
aunque tu velocidad me mata.
No estoy muerto,
a cada golpe tiembla la pared.
No estoy muerto,
soy las lágrimas que ya has secado de tu cara.
Tú sigue hurgando en la herida,
quizá encuentres una raíz,
podrida de latir, ennegrecida,
que puedas arrancar de cuajo
clavando tus ojos en los míos,
que me ayude a levantarme,
cada vez cuesta más.
Que no estoy muerto,
aunque tu velocidad me mata.
No estoy muerto,
a cada golpe tiembla la pared.
No estoy muerto,
soy las lágrimas que ya has secado de tu cara.
Desde dentro. Desde fuera
Habrás encontrado un mundo mejor,
¿quizá te asustó que fuera tan alto mi muro?
Se cerró la herida conmigo dentro
y contigo fuera, expuesta al peligro,
expuesta a la vida normal.
No sé cómo salir en tu busca
(me gustaría pensar que me buscas),
el tiempo no me vencerá nunca.
Siento un escalofrío cada la noche cuando apago la [luz,]
diría que eres tú. Siempre pienso en tu mundo,
al margen del destino, pero si Dios no llega,
¿cómo voy a llegar yo? ¿Dónde estás?
¿Has creado alguien más?
Obsesión
Me rindo,
probablemente seas tú demasiado
para un mundo artificial.
Una misma pared nos sostiene a los dos
No veo más dolor en tu queja
del que encierro en mi silencio.
Una misma pared nos sostiene a los dos.
Aunque no haya pruebas
de que estés al otro lado,
si puedo creer en Dios,
puedo creer que un mismo muro
nos sostiene a los dos.
No tenemos un punto en común,
pero sabemos que estamos cerca,
como a esa distancia que cada persona
guarda con su alma.
Si me quedaran fuerzas,
seguiría el camino
que nos había preparado el destino,
derribaría la pared
y me apoyaría en tu espalda.
Si tirases un ladrillo,
me verías al otro lado del muro,
pensando cómo derribarlo
para que te apoyes en mí.
Un poco más
Hizo falta recordar
que tantas horas apoyado en la pared
eran para pensar
y sólo me sirvió
para recordar un poco más.
Tiene que haber alguna puerta,
¿cómo entré si no?
No sé cuándo abandonaste Anima,
no sé porqué te quedaste atrás.
Me hizo falta recordar
que tantas horas apoyada en la pared
eran para pensar
y sólo me sirvió
para recordar un poco más.
Debo de ser más débil sin ti,
Anemia me puede ahora,
no sé cómo me quedé atrás,
no sé cómo me vas a recuperar.
Me hizo falta recordar
que tantas horas apoyado/a en la pared
eran para pensar
y sólo me sirvió
para recordar un poco más.
Más allá de lo evidente
No hay distancia más allá de lo evidente,
las almas se encuentran si se sienten,
te encontré y por no haber más ahora lo entiendes.
Todo mal quedó en el mundo real,
aquí nunca llegará a haber Dios,
no hay fuerza si no es fuerza de los dos,
Ahora ya me entiendes.
Nuestras almas no necesitan cuerpo
(nos tenemos el uno al otro)
y no sufrirán sino a la vez
(nos tenemos el uno al otro).
Aquí no caben dudas
(sólo tú y yo)
No he dejado puerta que las permita entrar
(y tú nunca saldrás).
Ahora ya me entiendes.
(Y tú nunca saldrás)
Ahora ya lo entiendes. |