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Inicio / Cuenteros Locales / trotski / Espejismo hacia la nada (2ª Parte)

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Los antiguos latinos escribieron grandes frases para pasar a la posteridad. Frases que la gente sigue utilizando para referirse a determinadas situaciones o hechos. Frases que mirándolo desde la objetividad han perdido todo su valor. El latín, el griego clásico, hasta el original euskera han muerto. No existen; y sus frases ya no tienen ningún valor. Mens sana in corpore sano es tan sólo una mentira con la que los maestros de educación física nos intentaban embaucar. La madurez hace que te percates de la insolente necedad de los proverbios clásicos. Ya nada es como era; mens sana in corpore sano ha variado; todo torna. Lo que fue, ya no es. Corpus sanus: mens volatis; eso es el Hoy.

La bicicleta estática del gimnasio corría a gran velocidad. Sobre su asiento, Lorena pedaleaba con más intensidad de la que sus piernas podían soportar. Tampoco eso le afectaba mucho; un par de días con unos dolores asesinos y la vida seguiría su curso.
El top que llevaba se le ajustaba a los pechos, descubriendo unos prominentes pezones, las mallas su sudoroso coño. Siempre había sabido vestir para los determinados acontecimientos que depara el día a día. Allí todo era perfecto: esculturales hombres tonificaban sus músculos, las viejas jubiladas se colocaban extravagantes gorros de baño para zambullirse en la piscina olímpica e intentar no ahogarse, a favor de sus grasas… Todo perfectamente justo. Cada uno estaba en el lugar donde le correspondía. Los fuertes fortaleciéndose, los débiles ahogándose.

Empapada de sudor, marchó a la zona de vestuarios; una ducha rápida para aliviar el cansancio y desprenderse de la secreción que emanaba de su cuerpo.
El agua de la alcachofa caía con gran fuerza y sus miembros eran masajeados por esa gran potencia. Gonzalo también poseía esa potencia viril que hipnotizaba a Lorena. Tiempo atrás, antes de que los picos de caballo comenzaran a ensombrecer sus brazos y su rostro, él destacaba por su escultural físico entre todos los jóvenes del barrio. Puede que hubiera llegado a ser un eminente modelo y que las más importantes pasarelas del mundo vieran sus exquisitos andares pero la realidad es bastamente distinta. El barrio no ofrecía muchas oportunidades a sus habitantes, quizás sólo para algunos que con esfuerzo escapaban de sus garras, sin embargo las salidas más frecuentes se disputaban entre los talleres de mecánica y la industria de la construcción. Nada que ver con Milán o París.
Carabanchel, barrio obrero y ruinoso por excelencia, brindaba otra cara de la moneda perfectamente visible para todos. Aún así, volcar una moneda hacia el otro lado sólo conlleva el uso de escasos músculos. Las calles pobremente pavimentadas, los endebles edificios de ladrillo, tiendas, algunos mercados tenían esa apariencia de pueblo semi-abandonado. Nada allí parecía destinado a un futuro mejor.

El 13 de febrero de 1987, Lorena y Gonzalo cumplieron un año como novios o así le gustaba a ella referirse ante sus amigas. Se conocieron en el instituto el año anterior
; él la miró y ella sonrió. Amor a primera vista, comentaban las cotorras de clase. Ese día cayó en viernes. Sólo una mente perversa haría alusión, en un caso así, al famoso psicokiller pero, pasados algunos años, Lorena compararía a la famosa saga con ese aniversario.
Las clases terminaron a eso de las dos y media. Todos los viernes el grupo de amigos de Lorena y Gonzalo se quedaban a tomar unas cervezas en el bar El Machaca, una especie de taberna de los bajos fondos de la mafiosa Sicilia. Ese día, Gonzalo estaba sólo en casa. Sus padres se habían ido a pasar el día a la sierra de Madrid. Los dos fueron allí. Eran perfectamente conscientes de lo que iba a ocurrir aquella tarde.
Él la besó nada más cerrar la puerta tras de sí; ella, agarrándole con fuerza de los bolsillos traseros de su pantalón le arrastró hacia la cama de la habitación de los padres del muchacho. Violentamente se empezaron a desnudar recíprocamente. Las camisetas y el sostén. Los pezones se erguían y un escalofrío invadía los genitales de ambos. Ya desnudos, ella le amarró la polla con fuerza, llevándosela hacia su boca para lamerla; el introdujo su dedo índice en su coño; sacando y metiéndoselo, cada vez con más intensidad. Pronto, la polla de Gonzalo cambió de ubicación y se la metió. Lorena se deslizaba sobre él. Sentía sus pelotas rebotando en su culo y sus pechos chocándose con el suyo. Después de una corta media hora, Lorena se corrió, lanzando unos gemidos que hicieron temblar la habitación.
Fue un placentero sueño, pensó la joven. Se sentía en un paraíso del relax.

A eso de las ocho de la tarde marcharon al parque. Allí les esperaban sus amigos entre risas burlonas y botellas de alcohol. Las chicas se acercaron a Lorena, los chicos a Gonzalo. Era bastante evidente de donde venían y que habían hecho. Sólo exigían los detalles. Por un lado las preguntas de tipo ¿y te dolió?, por otro ¿hasta dónde se dejó? Cada subgrupo estaba dividido en dos bancos, a uno treinta metros de distancia el uno del otro. Marcada la una y cuarto de la madrugada en el reloj Casio de Lorena, se acercó al otro subgrupo. En cuarto de hora debía estar de vuelta a casa, de lo contrario, su padre la molería a guantazos.
Los chicos estaban de pie, rodeando el banco. Riéndose. Seguramente, alguno de los que quedaban sentados comentaban alguna gilipollez o hacían simplemente el imbécil. Apartando y abriéndose camino entre ellos, vio que la gilipollez o imbecilidad (según decida llamarlo cada uno) era una aguja en el brazo de Gonzalo y un rostro de bufón para aumentar la carcajada de sus compadres.
Lorena salió disparada de allí, corriendo hacia su piso.
Puede que Jason de Viernes 13 no estuviera persiguiéndola para asestarla un navajazo en la espalda, pero lo cierta era que Gonzalo, en ese viernes 13 la había asestado el peor navajazo a su alma. Con una jeringa cargada de heroína.












Texto agregado el 12-10-2006, y leído por 350 visitantes. (17 votos)


Lectores Opinan
23-11-2006 Con mucho respeto, me gusta más la primera parte, es más elegante y con mayor estilo, pero e evidente que tienes una tremenda capacidad descriptiva. meci
23-11-2006 Es increible como narras con palabras sencillas el mas complicado de los temas, te felicito y te dejo un universo de estrellas.... ***** Debbie
16-11-2006 Buen relato en verdad, real como la vida misma***** eslavida
18-10-2006 muy real y cn un unesoerado final impecable narratica mari-posa
17-10-2006 Vaya final trepidante para una historia trepidante. enhorabuena!!***** josef
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