En una de las peores cantinas de la ciudad, pero la mejor del barrio por su ambiente, se encontraban un sin numero de personajes, albañiles, soldados, estudiantes, todos estaban por la misma causa, olvidar un momento la vida y entrar un rato a su unico espacio de tranquilidad, y ahi aunque no siempre tranquilo, se encontraba Octavio, ya sea jugando a cartas, liandose a golpes, o totalmente borracho mendigando un trago, en general ahi vivia, solo salia para pedir dinero a su jefa (una viejita enferma que lavaba ropa ajena) y cuando esta no le daba dinero, se unia con otros rufianes para hacer atracos a bodegas y pequeños negocios de la colonia.

"El flaco", asi era conocidoOctavio en los barrios bajos de la ciudad, siempre peleaba con alguien ya sea por el juego o por mujeres, (logicamente prostitutas); y esta ocacion no era la exepcion, Octavio habia perdido el juego de cartas y como no tenia dinero para pagar, comenzo a hacer un escandalo para escapar, avento la mesa contra "perico" para despues meterle sendos golpes hasta dejarlo inconciente, pero "el pecas", se arrojo a Octavio con una navaja, este rapido reacciono y lo tomo de la muñeca donde llevaba el puñal, lo empujo hasta la rocola de la cual se escuchaba algo de los tigres del norte, y enterro el cuchillo en el cuerpo del "pecas", que poco a poco se fue deslizando por la rokola hasta caer al piso desangrandose, mientras Octavio caminaba hacia el perico que lo miraba acercar como si fuera la muerte que lo dormiria rasgandole la garganta.

Al ocurrir esto la dueña del bar ordeno a su achichincle sacr los cuerpos del bar y tirarlos al canal de aguas negras del barrio, pues no queria problemas con la policia, y a toda vos grito una ronda gratis a los presentes si hacian como si nada hubiera pasado y en efecto asi fue, parecia que ahi no paso nada.

Octavio salio de la cantina para pedirle dinero a su madre, hiba bailando de contento por tener navaja nueva, saco un churro que traia guardado y se fue fumandolo hasta su casa, abrio la puerta, que por vieja siempre rechinaba, el ruido desperto a la madre de Octavio que se levanto y fue a ver que pasaba, vio una sombra y pregunto quien era.

-Soy yo jefa, vengo por dinero ¿donde esta tu cartera?- dijo mientras registraba la alacena. la pobre viejita temblaba por que sabia que como siempre empesaria a gritarle

-Esta en mi cuarto para que la quieres- Octavio se volteo a verla a los ojos y dijo - como que para que, pos para agarrar dinero vieja zonza- dijo exaltado, fue al cuarto y agarro doscientos pesos que estaban sostenidos en la mano de la viejita que temblaba mientras le decia a su hijo -no crees que es mucho Octavio, eso me lo pagaron hoy, y es para la semana, ahi va lo de mi comida y mi medicina, por que no buscas un trabajo para que tengas dinero propio.

-Trabajar, trabajar- se le encendieron los ojos, al prender el foco de la cocina se pudo observar su cara hinchada, sus ojos rojos, como si el chamuco estuviera dentro- para que voy a trabajar, si yo soy tu hijo, tu me debes de mantener, ahora quitate que estorbas.

La viejita lloraba desconsoladamente y con la voz tierna de una madre pidio al hijo que le regresara los doscientos pesos - estas loca- bocifero octavio- esto es para mi, es mejor gastarlos pa unas chelitas, que para tus estupidas medicinas que no sirven para nada, mira nadamas como tiemblas, la viejita le grito que ya se acostara, este molesto regreso para meterle una sendas patadas disque para calmarla y se regreso a la cantina a seguir bebiendo.

A la mañana del dia siguiente llego Octavio y fue directamente con la viejita que ya se hiba a trabajar, la madre saludo a Octavio como si fuera el mejor de los hijos, con un beso en la frente y un abrazo lleno de amor, pero este la empujo a la cama y despues la tumbo al piso, la madre consternada no entendia que pasaba - quiero todo el dinero que tienes guardado para tu operacion-dijo fuera de si, encerrado totalmente en las drogas, la madre totalmente nerviosa empeso a llorar, Octavio la cacheteo y le exigio el dinero, esta temiendo algo peor, le entrego $3800 pesos, pero el demonio aun no estaba sastifecho y le exigio mas dinero a la pobre madre, la anciana no tenia de donde sacar un solo centavo mas, pero a Octavio no le importo y confundido por su alucinacion, saco su navaja con la que horas antes habia matado al "perico" y al "pecas" y empeso a perforar el cuerpo de su madre hasta el cansancio, alrededor de cincuenta puñaladas le arremetio, despues enrollo el cuerpo en una sabana y ahi lo dejo en la cama, para despues marcharse de la vecindad para nunca volver.



A los diez dias de los echos Octavio ya estaba en la carcel, sentenciado a 35 años de prision, aunque en realidad nunca saldria, por que al momento de su ingreso fue golpeado por varios reos, que al saber que ese infeliz mato a su madre a puñaladas, se arrojaron contra el hasta dejarlo muerto.