Me siento y me embriago con cuatro niños al lado
no, hoy no los tocaré,
no tienen las canas con el morbo de las quijadas
ron con coca cola,
me esparzo en mi delirio
y la iglesia de en frente nos condena,
y la plazoleta de piedra nos bendice
y el alcohol…
el alcohol raspa mi angustia
y juego a estar perdida en medio vaso de trago
los viernes las ratas escapan,
hoy vi una, debajo de mi banca,
no era repulsiva, como mamá las describía,
era sólo una rata, de esas que dicen que la luna es de queso
y los días como hoy
la música descansa en la quietud del cielo,
y veo, fumo,
sonrió cuando el tiempo se emputa en mis rodillas,
y el frío me hace olvidar que soy una niña,
una adolescente que adolece la gente
los viernes cambio a “Los Simpsons”
por el erotismo francés,
y olvido que envejezco,
que mi lucidez se derrite,
que mis sensaciones se embotellan
y no puedo llorar
porque soy miedosa,
porque soy cobarde
la casualidad me convirtió en el ejemplo del mal
la conversión del error,
en el defecto del olvido y del recuerdo
y mi inconciencia me estira en el suelo,
patea y sigue pateando mis costillas..
hoy estoy triste,
nunca iré a París con un corte en el seno,
subiré a la rama más alta de un árbol,
y beberé mucho vino hasta que me corten los brazos
nadie me advirtió que podría olvidar tantas cosas,
hoy soy una perdedora, una mariposa con cola,
puramente mocosa. |