No creas que no me doy cuenta. Por algo no te lo he dicho. No hay que ser muy inteligente como para darse cuenta que tú sólo estás siendo “amable” conmigo, y que eso no me pone en ninguna ventaja respecto al resto de tus conocidos. Estás siendo tan amable como lo eres con la señora de la esquina, con el mecánico, con la niña del supermercado, en fin! Claro que me doy cuenta. Tú eres así: amable, con todo el mundo. Generoso.

Y no es que yo te malinterprete, no, para nada. Sólo que varias veces me he preguntado que pasaría si realmente tú estuvieras haciendo todo lo que has hecho por mí, si hubieras tenido todos esos pequeños gestos que has tenido conmigo porque en realidad sientes algo más que simpatía por mi? A veces quisiera que fuese cierto, pero sé que no lo es. Sé que es sólo amabilidad. Que no debo sentirme especial porque tú de vez en cuando me sorprendas con algo, porque te preocupes por mi, porque hayas actuado casi como mi “hado padrino” un par de veces, porque seas amable, generoso y simpático conmigo... No, no debo. Pero no puedo evitarlo. Insisto. Quisiera que fuese verdad, sentir que realmente soy especial para alguien. Contigo, todo sería distinto. Mejor. Es como reconocerse, en el cuerpo de otro...

Lástima que sólo sea un sueño.

En ese caso, déjame seguir durmiendo, por favor!!!