La región lacustre estaba organizada en torno a dos señoríos de Azcapotzalco: Tenochtitlan dirigido por Acamapichtli y Tlatelolco, gobernado por Tezozomoc. A la muerte de este último se abrió un periodo de competición por la sucesión y se estableció en 1.428 una alianza formada por Izcóatl de Tenochtitlan, Nezahuacoyotl de Texcoco y Totoquihuatzin de Tlacopan. Esta Triple Alianza será el germen del imperio mexica. A partir de estos momentos la sucesión dinástica es la siguiente: Acamapichtli (1.376-1.391) Huitzilihuitl (1.391-1.417) Chimalpopoca (1.417-1.426) Izcóatl (1.426-1.440) Motecuhzoma Ilhuicamina (1.440-1.468) Axayacatl (1.468-1.481) Tízoc (1.481-1.486) Ahuizotl (1.486-1.502) Motecuhzoma II (1.502-1.520) Cuitlahuac (1.520) Cuauhtemoc (1.520-1.521) El reinado de Izcóatl, el primer rey independiente de Azcapotzalco, se caracterizó por la presencia de su cihuacóatl Tlacaelel, el segundo cargo en importancia de la estructura política, quien dio un fuerte impulso a la política de expansión por medio de la cual Izcóatl asimiló al territorio mexica las zonas de Xochimilco, Teotihuacan, Otompan Coyoacan, Cuitláhuac y otras regiones del entorno de los lagos. Su sucesor Motecuhzoma Ilhuicamina renovó la estructura económica, política y religiosa mexica, y amplió el territorio hacia zonas del Balsas, Chalco y áreas de Oaxaca. Axayácatl mantuvo la expansión imperial y asimiló la ciudad hermana de Tlatelolco, iniciando la guerra con los tarascos, que tenían su capital en Tzintzuntzan. Ambos estados desarrollaban una política expansionista y ansiaban ampliar sus fronteras, de ahí que las guerras entre mexicas y tarascos fueran permanentes sin que los primeros lograran dominar a los tarascos de Michoacán. Tízoc tuvo un reinado corto y controvertido, siendo eliminado por sus propios seguidores, pero su heredero, Ahuízotl, consiguió el máximo esplendor del Imperio. Bajo su mandato se levantó el Templo Mayor de Tenochtitlan y, sobre todo, se produjo la conquista del estratégico territorio del Xoconochco. Motecuhzoma II también realizó campañas contra Cholula, Tlaxcala y los tarascos, pero sufrió diversas derrotas que, junto a su manera despótica de gobernar, le creó una situación difícil ante la llegada de Cortés en 1.519, ya que éste consiguió la fácil anexión de los tlaxcaltecas y de Cempoala en su conquista del centro de México. |