LA MANTA DEL GUERRERO
Este cuento esta basado en el ritual del Inipi de los indigenas norteamericanos Lakota. En los resos, las oraciones y peticiones que le hizo una mujer que ame al Gran Espiritu para que me trajera de vuelta de un camino oscuro por el que pase hace ya un año.

Un guerrero decidió emprender un viaje y su compañera antes de que él se fuera le amarro un hilito negro del dedo del corazón y le dijo:- Esto es para que en las noches oscuras recuerdes que siempre puedes volver a casa siguiendo el camino que esta unido a tú corazón. Y él guerrero partió con rumbo a lo desconocido.

El guerrero avanzaba y avanzaba, y entre más avanzaba el hilo negro se iba agotando del telar hasta que ya solo quedaba un hilito que se iba perdiendo en la inmensidad del bosque, entonces la compañera del guerrero amarro a ese hilo otro rojo y exclamo: Esto es para que recuerdes el calor de tú casa y que él camino de vuelta esta unido a tú corazón.

Y el hilo rojo cada día se iba agotando más y más, entonces la compañera del guerrero amarro a ese hilo otro amarillo, y exclamo:- esto es para que vivas la alegría que sentías al estar en tú casa y recuerda el camino de vuelta esta unido a tú corazón.

Y así se fue acabando el hilo amarillo y la compañera de guerrero le amarro a este un hilo blanco y exclamo:- Esto es para que recuerdes la pureza de nuestro amor y recuerda el camino de vuelta esta unido a tú corazón.

Cuando se acabo este hilo la compañera del guerrero amarro pacientemente a la prolongada cadena de hilos un hilito verde y exclamo:- Esto es para que no pierdas la esperanza de volver a casa y recuerda mi guerrero el camino de vuelta esta unido a tú corazón.

Y ya se le acababan los hilos pero el hilo nuevamente se perdía en la inmensidad del bosque y el guerrero no volvía a casa y de nuevo la compañera del guerrero amarraba otro hilo, esta vez de color azul y nuevamente exclamaba mientras lo amarraba:- Esto es para que no te dejes invadir por las sombras que te quieren quitar tú libertad para volar… y recuerda el camino de vuelta esta unido a tú corazón.

Y ya solo le quedaba un hilo violeta y con muchísimo amor lo amarro al hilo azul y exclamo:- Esto es para que recuerdes que tú corazón y el mío son uno, si en verdad deseas volver a casa buscame con tú corazón que esta unido por este hilo a mi corazón.

Cuando sintió que era el momento la compañera del guerrero se amarro el hilo violeto a su dedo del corazón y comenzó a tejer con él, y ella tejía y tejía mientras le pedía al Padrecito Dios y a la Madresita Tierra que le devolviera su guerrero, y así tejió el hilo violeta con el azul, el azul con el verde, el verde con el blanco, el blanco con el amarillo, el amarillo con el rojo y por último el rojo con el negro. Cuando ya estaba terminando su tarea vió en la entrada del bosque al guerrero, se le veia tan cansado y cuando ella por fin lo pudo mirar a los ojos le pregunto: ¿Qué te pasó? Él le respondio:- en lo oscuro del bosque me perdí siguiendo sombras que parecían luminosas pero al seguirlas me conducían a más sombras.

Entonces ella cogio la hermosa manta arcoiris que había terminado de tejer y cubrió con ella al guerrero que después de sentir el calor de la manta fue recuperando uno por uno sus sueños que se habían congelado en la noche oscura de su alma. Cuando el guerrero pudo despertar le dio las gracias a su compañera de viaje pues supo que ella siempre había estado con él, pues gracias a su amor y la fé que tuvo en él, él pudo encontrar el camino de vuelta a casa el cual siempre estuvo unido al corazón de la mujer que ama.