A mi madre, a los 17 años de fallecida
(Amelia Blanco)
MADRE, hoy, a 17 años de tu muerte
aún lloro tu partida,
has dejado tan profunda huella,
me dejaste nada menos que la vida,
y las finas facciones de tu cara.
MADRE, la señal de la cruz tú me enseñaste,
y a alabar a Dios todos los días,
tú me dijiste: es nuestro Salvador,
y con un gesto de ternura
me alzaste la cara al cielo.
MADRE, qué cosa bella no me enseñaste,
aún a mirar la muerte,
con infinita bondad,
a reír con el mundo entero,
y a esconder la infelicidad.
Gracias MADRE,
por todo lo que me supiste dar
(12-21-1989)
|