Tu reprochas una zonzada,
yo te canto otras dos más,
nos enberrinchamos -por gusto y mérito propio-,
nos aferramos -a nuestra trinchera-,
nos sentimos -para manipular al otro-,
nos encorajinamos -por saborear el momento-.

Veo tus ojos de zombi frenético,
Ves mis ojitos aguañosos,
Nos sabemos ahí, jugando a las guerritas.

Tu sueltas tu reproche,
yo te estampo otro más,
así es esto, hay que ganar.

Cómo saber cuando ya gané?;
muy fácil, cuando me des la razón!.

Pero no, seguimos,
insistimos,
somos tercos;
afanados.

Tanto te digo que más te enojas,
tanto me dices que más lloro,
comienzo con pucheros,
y comienzas con regaños
-juegas a ser mi papá,
mi abuelito, mi madre,
mi conciencia!-

Yaaaaaaaa!!!!!!!!!

Tanto lloro, que mejor me consuelas;
o tanto te enojas, que mejor te comprendo.

Total, terminamos quietos,
con la sensibilidad al 100 por 2.

Con los ojitos promoviendo la paz,
con nuestros sexos promoviendo el amor.

En fin, ves?,
la estrategia es pelear!.