(Se manchó el rostro, se manchó la ropa, se manchó las ganas, toda ella se manchó sobre el lodo, de rodillas frente a la tumba comprendió que todo había, terminado).
A la orilla del gran lago de las lágrimas encontrabase un viejo y aparente cementerio, el más viejo que haya existido nunca jamás. Aunque tampoco era muy famoso, así que de pocos era conocido en virtud de lo cual Pablo un hacedor de cosas poco comunes propusó a Rocío que su boda fuera en el “Cementerio de los Sueños”... y ella aceptó.
Así que, comenzaron a preparar las cosas de las que se ocupan los que van a casarse. Ella, del largo y peculiar vestido color ¡blanco!, ¡blanco!, ¡largo!, lleno de moños. El con cualquier ropa tenía, más bien le preocupó quien bendeciría su unión a tales horas y en tal lugar… ¡ah! porque habían consultado un calendario para determinar que fuera una luna llena de octubre y por tanto de noche… Así pues que la administración del cementerio fue sobornada para rentar el salón de la eterna fiesta…
Por fin llegó el día, a Pablo se le veía feliz terminar la espera cuando vio entrar a la novia que a última hora había optado por un vestido amarillo con lunares naranjas para que hiciese juego con la línea del moño del sobre de las invitaciones. Era cursi pero a él le gustó tanto que hasta creyó que era bonito…, entre las manos, ella sostenía un ramito hecho con eucalipto y otras plantas que sirven para embalsamar a los muertos…
Cuando la distancia fue poca, ella pudo observar el cuadro y comenzó a llorar con desencanto. Gritaba, pateaba, berreaba reclamándole a él que nadie hubiese asistido, curiosamente lo hacía frente a los invitados que comenzaron a sentirse incómodos por principio
Él avergonzado se dispuso a consolarla… Ella, se dejó caer sobre una tumba y seguía llorando. Repentinamente las voces comenzaron a escucharse pensó entonces que solo habría sido un problema con el acceso… Y eso era un problema con el acceso, el de ella…
Los novios se posaron frente a la lapida que decía: “Rocío de apellido perdido 1973 –2030” fue entonces que ella se encontró con los invitados que solidarios hacían un ajuste en la última cifra de la lapida…
Nota del diario matutino:
“Las autoridades tiene que hacer algo: ¡No podemos seguir viviendo así”. Es el encabezado de la revista HOLA, la noticia es: “Joven escritora se suicida frente a la tumba de un escritor poco conocido”.
En el breve artículo se incluye la opinión de un seudo escritor si conocido: “A dónde vamos, su mal gustó se denotaba ya en el vestido amarillo con lunares naranjas con olor a eucalipto que portaba, las autoridades tiene que hacer algo no podemos seguir viviendo así ¡si por lo menos lo hubiera escogido blanco!”
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