no era la primavera
si no la tarde
en que vendrías trayendo amor
hacia mis manos
todas las tardes
desde allí en adelante .
era la tarde en que llegabas
como el viento desde lejos
y venían en ti
como en el mar
la suavidad de la luna
y el prado del sol
flotantes .
la tarde era lejana
en llamas grises
y aurirosadas
bajo la sombra de los árboles
vestían tristes los cielos .
era la tarde en que tus pasos
menudos estarían siempre atados
a mi ternura de jazmín.
era la tarde en que
ya no andaría solo por el mundo
con el alma despoblada
como el rocío marchito
de una triste primavera .
en esa tarde nos faltaba
mucha risa y mucho encanto
aun entonces por nacer
éramos los que se encuentran
casi al azar como dos niños
en una cita a ciegas
bajo la tarde
de una azucena hermosa .
esa tarde hacia frío
aun bajo el abrigo
pero nunca como entonces
fui dichoso .
no era la primavera
amor mío
sino la tarde en que vendrías
cabalgando desde el otoño
como paloma en tus alas blancas
trayendo amor hacia las mías.
Texto agregado el 08-10-2006, y leído por 90
visitantes. (1 voto)
Lectores Opinan
09-10-2006
Maravilloso, de una ternura... que me deja sin palabras para comentario. Sòlo miro bobamente la pantalla.
ngie
ngie
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