La libertad de mis arterias me desvía la sangre y mancho tus axilas hediondas con el líquido de mi corazon. La búsqueda de nuevos paisajes me vuelve un niño entusiasmado por encontrar una experiencia torbellina. Le he pedido a dios que el humo me vuelva mierda y que los líquidos ácidos se cambien por mi sangre le he pedido que todo fluya como siempre supe y que la rabia salga por mi boca como baba de perro. La animalidad me brota y soy feliz... ...soy feliz pero tengo que aceptarlo.
Texto agregado el 07-10-2006, y leído por 99 visitantes. (1 voto)