hice el amor con mi novia en el zaguan de su casa el mismo dia de la declaracion;
lo que debio de ser un ritual de despedida educado aunque mas no sea por ser el primer dia de una nueva relacion, se transformo en un polvo fantastico.
ahora estoy en mi cama solo,
torturando mi mente pensando en lo mal que nos comportamos, siendo que ese lugar da a la calle y tiene ventanas por los cuatros costados.
un falta de conciencia absoluta, un instinto animal.
pienso que el matrimonio es algo serio donde debe de existir pureza.
ella querra mas del mismo placer.
debere de concederle libertad de accion,
porque los hombres comunes no podremos nunca apagar el infierno despertado en una mujer caliente. todo se ira pudriendo como de a poco. ella se olvidara de mi porque el sabor de otra carne se graba en su memoria por siempre.
quedare como enamorado sin correspondencia alguna bajo el yugo de un matrimonia en decadencia;
y seguramente estare solamente detras del dinero para demostrar que puedo.
es un destino cantado obvio como el vicio del alcohol.
podre adivinar como quiera
la direccion de mis pasos, el dia de mi muerte,
la oscura trama infiel de mi esposa, que nada me interesa saber,
sus pensamientos morbosos; y ademas las manos frias de sus amantes palmeando con falsedad mis hombros, el volumen por sus ojeras y la cantidad de hombres diferentes por su estado fisico.
con pavura imagino que mis hijos me conteplaran embriagados, de una sonrisa satanica, inteligente para la poca edad que tienen,
olvidando la jerarquia del respeto.
seguramente tendre mas dinero del que deseo tener, pero no alcansare a ser nunca jamas,
aquel hombre feliz que fui hasta ayer dia.
derramare una lluvia de lagrimas de arrepentimiento sobre el teclado negro, pobre teclado negro,
que fea premonicion, que mal paso di.
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