Vuelve y recórreme despacio
desgástame la piel y las tristezas
cosecha en mis surcos las primaveras que antaño sembraste,
fúndete en mi abrazo, con delirio infinito
que no sepa yo donde termina mi piel y empieza la tuya,
que tus manos reconozcan mi geografía
con glorioso ahínco y tanto
que después de amar no exista en mí
nada que no seas tú
déjame en la piel huellas tan recónditas
que milenios no puedan borrar
vuelve y habita los espacios en que ya no estas
cólmalos de plenilunios siempre nuevos,
dale movimiento a esta imagen nuestra
contenida en mi mente y mis recuerdos
redime este corazón encadenado a tu reflejo y a tus pretextos,
vuelve con el viento del sur,
hinchiendo el aire de polvo de luna y estrellas,
que envuelvan mi piel atormentada de ausencias
invéntame caminos luminosos
que regresen a mi ayer,
matiza el horizonte con los colores de tu risa
y desvanece tus silencios de mis ojos
vuelve y no olvides traer contigo los instantes de eternidad
que quedaron cautivos entre tus manos
Devuélveme la fe perdida

Daniza