Reconozco a soberbia que fui yo quien propuso este juego y aunque olvide citar las reglas, pensar en renunciar me aprisiona el corazón.
No dejo de repetirme a conciencia que sería lo mejor marcharme, sin decir adios;
mejor para ti, talvez para mi, con suerte para los dos. Pero ¿como dejar de beber cuando la sed aun no se va?

Portentosas las emociones que en mi se posan con esa forma que tienes de hacerme reir aún cuando duele, la forma en que me haces soñar cundo no lo concebi posible, como en tus brazos me siento más que hermosa, me siento mujer y de alguna manera me devuelves la fe para seguir adelante, para creer en lo que puedo ser.

Mi cuerpo flaquea absorto por la forma en que me miras y me deceas, por la manera en que me tocas y acaricias, el modo en que hacemos que el amor parezca un juego, o como un juego pueda parecer amor, cuando no lo es. . .

«No somos real» fue su respuesta aquella tarde en que con vasta razon pretendí arrebatarle lo que era mio.
«No somos real entiende, nuestro proceder es una paradoja y el tiempo la baldadura del cada día.»
-Afirmo que de nada serviría porfiar a favor de esta pasión y jamás pasariamos de arcanos.
Huvo un silencio y un poco flemático retomo diciendo con petulancia:
«Si no somos reales, somos entonces una copia, una buena imitación, somos la sombra de lo que se puede y el reflejo de lo que no se debe.»

«No te enamores de mi, nunca!, solo aprende a jugar. . . Porque en nosotros está jugar al amor.»



Tú como todos me has hecho llorar, pero por quimerica felicidad, el único



Pasiones prohibidas en las que se pretende simplemente usar la piel como escudo, aunque todos sabemos que es una manera facil de llegar al corazón... Cuando algo amenaza cubres lo que mas amas;