Déjense de cosas
Pueden tener por seguro
que yo no fui diseñado
para escribir profundo y con mensaje.
Lo lamento mucho.
Les ofresco la palma de mi mano
para que lo discutan con ella.
Pues la trascendencia fue creada para los cangrejos
ya que ellos son inmortales.
Y de mi vida
(tan corta ella)
sus momentos más felices
carecieron por completo de sentido.
No pretendo dar lecciones de vida
ni encauzar a las masas.
De poder tener el mundo en mis manos
prefiero mejor pasármela bien rico.
No tengo más motivos para escribir
que el placer mismo de hacerlo.
Así que relájense.
Beban de este refresco que les convido.
Gocen del sol de la tarde
y aunque no les haya dado un lección,
disfruten la vida
al menos por el día de hoy.
Texto agregado el 04-10-2006, y leído por 175
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