Que hasta de las situaciones incómodas me haya salvado
Que ahora se venga el mundo abajo y
Que nadie quiera saber de nadie, y
Que todo lo que uno ha construido se haya caído de un minuto a otro y de la nada, y
Que nadie se haya dado cuenta de todo lo que había pasado hasta que de pronto "clic".
No pasa nada, a veces quizás nadie lo entiende pero está ahí constantemente dándonos portazos en la cabeza,
más de alguna neurona muerta y quizás las conexiones neuronales no estén tan buenas como antes, pero sigue ahí y los zapatazos, hormigas cabezonas y todo lo que se viene a la imaginación sigue ahí intacto, más de alguna estupidez y de alguna falta de memoria, laguna mental y/o Alzheimer podrá tener futuro en mi gran tonta gran cabeza. Por eso nada lo escribo de corrido, hoy tuve una mala experiencia, creí que estaba loco, me desesperé a tal punto que pensé en ser la persona más loca después del más loco, y por eso nada lo escribo de corrido, es que cada pensamiento y palabra que se me viene lo escribo, no quiero que nada de lo que he pensado se desvíe ni por el más mínimo canal cercano. Y es que hoy día no pudo ser peor, se me cayó el mundo y más de alguna persona salió afectada, las murallas de mi ciudad empezaron a desprenderse y algún ladrillo llegó a las cabezas que más interés tenían en el mundo que caía, o sea el mío.
Nadie entendió porque fue así, la reflexión no sirvió de nada, más de algún grito salió desprevenidamente por esta boca. No pude contener el llanto, ni menos las malas palabras.
Sin querer queriendo pasé a llevar a lo que más quería y más apoyo me daba, no di más vueltas y me quede dormido pensando en nada, las lagrimas seguían ahí y más que dar rebote contra el suelo o la muralla, mis pensamientos, que no eran nada de simpáticos, no lograban conectar con la lógica y la perdí. No, no la perdí, simplemente se me fue de las manos, y de la tanta desesperación, de la mala palubria, de las terceras corridas, de la mente sin fin, de que nadie quiere hablar con nadie, que nadie esté pendiente de eso, de que el mundo se está convirtiendo en superficialidad y nadie lo entiende. Eso si que nadie lo entiende, no quiero saber de nada ni de nadie, hoy ha sido el peor día de mi vida, quizás el primero y ojala último. No quiero saber de la vida que viene, ni de la pasada, con la presente estoy más que lista y llena de estupideces.
Tenía ganas de volver al pasado, de engancharme en eso, de tener el control de mis bienes y capacidades, de no hacer más estupideces. Fue tanto mi bloqueo mental que pareciese que me estoy arrepintiendo de ser hombre y de vivir con tantas facilidades, me arrepiento de cada paso en falso que di hoy día, de cada sonrisa mentirosa, de todo placer culpable incomprendido, de toda mentira piadosa y de cada suspiro pretencioso. Pareciera que toda mi vida esperé este día, claro, el día menos pensado, menos interesante, menos feliz, con menos alergias y más suspensiones, con más dolores de cabeza que cualquier otro, con mareos de estrés y valles de llanto. Sin esperar más la ley de Murphy se cuela entre mis muelas y para variar hace acto de presencia cuando menos lo espero. Alguna buena noticia iba a salir de tan mala suerte, pero al final de todo, esa buena noticia, será la mejor, la más correspondida, la más exacta, simétrica, insipiente, no vulnerable, tranquila, diferente. Nadie sabe, quizás termine siendo la peor noticia de todas, con mi mala suerte que irá a pasar más tarde, hoy no fue mi día y debo de reconocer que tuve algo de culpa en eso. Quizás en la dimensión número 100 paralela a mi dimensión número 3 con volumen al estado cuadricular stand-by, me fui por la ecuación número 129 y acerté con todas las expectativas de la gente y mías.
Pero sigo sin entender, todo esto tenía un fin común o especial, cada cual por su lado o en choclonería, que hubiera pasado si es que bla bla bla y empezamos todo denuevo, la misma forma, las mismas palabras, la misma conclusión, el mismo fin de historia.
Si, todos tienen razón, le estoy poniendo color al asunto, y es que nací así, soy hipocondríaca, lo acepto, lo tengo asumido en mi vida, para mi un dolor de guata es el dolor infernal de extirpación de estomago, y esta claro, siempre ha sido así, porque ahora tendría que ser de otra forma.
Por mi falta de pies en tierra me pasó todo esto, por ser tan ansiosa y asumir cosas que no son antes de tiempo, necesitaba esto, el cable a tierra más preciso y directo, una parada de carros impresionante de parte de mi lado A, y es que mi lado B se estaba llevando todos los créditos de la palabrería barata, de las promesas no cumplidas, de la falta de responsabilidad en mis actos, de todo aquello intuisoso lateroso que me llevaba a mis altos estados de inmadurez simultánea. Como no darme cuenta antes de estos malditos mensajes subliminales, que mal que bien están trayéndome más que otro más dolor de cabeza.
Siempre termino en lo mismo, la misma conclusión, la misma hipótesis, el mismo resultado.
Estoy cada día más cerca de la sabiduría hipócrita, del alma sin sentido, de la duda metódica errada, de la locura farsante, del destierro de mis neuronas, del exilio de mi mente. En fin y terminando este relato, nada de esto es en vano, si es que tengo que pagar por todo lo que he escrito (y ojala no sea mucho, porque ya ha sido mucho) lo voy a pagar sea como sea, quizás se lea como algo sin sentido, sin clase ni fineza, sin toques de sarcasmo típicos de mi persona, ni delirios de grandeza. Lo que escribí es la realidad de mis pensamientos, más allá de lo que podrán pensar. En fin, me da lo mismo lo que piensen de mis escritos, total ya están escritos y me da pena borrarlos.