Hoy es martes, lo espero con ansias... siempre que es martes es un día especial para mi. Me levanto con ánimo, más que otro día. Es el día en que saco del bolso, del puto bolso los zapatos de fútbol, las canilleras, las vendas, las ganas y dejo en ese mismo bolso, los cuadernos de la universidad, los problemas, la ropa de todos los días y el cansancio que hay por hacer las cosas como no se deben.

Entro a la cancha, dispuesto a dejar todo ahí. Mi posición dentro de la cancha es fija (no!, no es aguatero) de 11, como los grandes, como El matador, Como van Basten, como Saviola. Trato, lo prometo que trato de hacer el honor a las personas que han hecho de ese puesto famoso. Muchas, diría que casí todas no lo hago. Doy la cacha, doy pena.

Generalmente, cuándo me van a ver, las hago todas, me paso a dos, tres, cuatro, amagues y goles. Anoto de tiro libre, de chilentina, hasta de taquito. Mi hermano generalmente me preguntaba como me iba en la cancha hace unos años atrás.

Hoy que no me ve nadie, no le hago un gol a un arcoiris. La esperanza no se pierde nunca. Si no sale este martes, el bendito gol, el orgasmico gol, saldrá la otra semana. Total, como dicen los futboleros "El trabajo de la semana hay que reflejarlo en la cancha"... que estúpidos... pero son más estúpidos los que estudian 5 años para hacer las preguntas.... menos mal que desistí de estudiar periodismo y estudio auditoría.... en fín....Llegó la hora de irme a la cancha... las cabalas y todas las cosas... hasta el cintillo para el pelo me esperan en ese bolso.... Ojalá que todo salga bien.... ojalá---


Maccabro