En la guerra de abril aunque el día diez y nueve de mayo, el coronel tenía la misión de tomar el palacio nacional, no hubo tiempo de pensar en estrategias, ni de analizar a fondo el asunto, pero allí estaba al frente de la misión dispuesto a lo peor.

El palacio estaba invadido por el mal llamado cuerpo de paz con los sanguinarios soldados estadounidenses a la cabeza.

El coronel se dirigía firme al palacio con un remanente de patriotas nacionales e internacionales que también estaban dispuestos a lo peor. Sabía que su objetivo era vital para la lucha que se estaba librando, tenía claro que la guerra era para reestablecer el orden democrático que había iniciado con un gobierno elegido por el pueblo y que gobernaba para el pueblo, pero los intereses del imperio se vieron gravemente afectados con las medidas de justicias que se llevaban a cabo, por lo que se patrocinó desde el norte un horrible golpe de estado que el pueblo rechazó.

El coronel y sus hombres decidieron penetrar al palacio nacional en la tarde, pero el cuerpo de paz cobardemente ametralló al coronel por la espalda, cayendo grave en el pavimento, uno del remanente trató de socorrerlo pero también fue ametrallado y cayó mortalmente herido sobre el cuerpo del coronel brotando sangre de ambos y mezclándose en el suelo como si fuese una sola.

Junto a ellos murieron también dos combatientes haitianos, un italiano y dos dominicanos más, fueron tocados por la flor que llevaban en mano el cuerpo de paz, el cual solo trajo luto, dolor y desorden al pueblo dominicano en la guerra de abril del 1965.