Lo he intentado nuevamente, pero no me lo permites, no sé que me pasa, no sé que falló, requiero estar dentro de tí nuevamente, lo necesito urgentemente, será que nos falla el pulso.
Cómo disfrutaba nuestros encuentros por las tardes a media luz que lo hacía más interesante todo, en el cuarto de la tele, desde donde todos miraban la televisión menos nosotros, ocupados con lo nuestro, sin hacer el menor ruido y sin que nadie sospechara de lo nuestro.
Recuerdo cómo te miraba antes de hacerlo, se te notaban las ganas de tenerme dentro de tí, de sentirme, de rozarme siquiera como en esas noches en que te ibas como ahora, dejándome con las ganas, era mucho más que un juego, mucho más que algo con un fin o una razón.
Me encantaba tocarte tiernamente, desnudarte con la mirada aunque no trajeras nada encima, como tus ropas de cartón y papel, hablarte al oído, cantarte a la distancia, soñar con estar entre tus piernas delgadas y frías como el metal, pero todo ha terminado ahora, porque ahora buscas otras costas y otro nidos formar...
P.D. Cuando nos vuelvan a sacar de este infierno solitario, y estemos juntos de nuevo, sin duda te penetraré para que no me olvides nunca más, porque sé que fuí el primero y acaso sea el único que te inunde de ese modo atravesándote completamente hasta salir del otro lado de tí y de tu ojo, para empezar nuestra labor, esa de unir dos trozos de tela después de nuestra hermosa pero delicada conjunción.
Con amor y añoranza para: "La ahuja".
Atentamente: "El hilo". |