Cerré los ojos, no quería ver el segundo antes de mi muerte.
No quería tener esa oportunidad de recordar toda la vida un segundo.
La verdad no quería morir, menos en frente de mi actor, que no quería que me casara.
Quizás había recapacitado, y ahora si quería estar conmigo, ahora si quería irse lejos, y yo estaba a punto de morir.
Sentí el disparo y grite.
Abrí los ojos, no sentía dolor, observe el cuerpo de mi novio, mutilado por un cruel balazo en la Sien.
Grité, con desesperación, el actor llegaba casi hasta el auto, los otros conductores llamaban a la policía.
Por hoy ya no quería mas nada.
En el auto de al lado, había un niño con un ataque de histeria al ver tan horrorizante espectáculo.
Una novia y su novio con el cerebro esparcido por el asiento, la sangre manchaba mi pulcro blanco invierno.
Sentí los brazos firmes de mi actor tratando de sacarme del auto.
Yo no sentía las piernas, estaba absolutamente impertérrita, me sentía culpable.
Este día si había transformado mi vida.
Era la culpable de un suicidio.
La policía se demoró una media hora en llegar, la ambulancia también.
Me cubrí con la chaqueta del actor, y comenzó a llover.
Mi madre y mi padre aparecieron, tras de ellos mis suegros.
No podía mirarlos a la cara. La madre de mi novio se desplomo ante el cadáver de su único hijo.
Mi suegro, se me acercó y me gritó en la cara, tratando de buscar una respuesta a la repentina muerte de su hijo.
Luego quiso golpear al actor, creo que deseaba golpear a lo primero que se le cruzara.
Tuve que ir a la camisería a dar declaración del hecho.
Esto era claramente un suicidio, por lo que no existieron complicaciones.
Mis hermanas estaban en casa cuando volví.
Mis tíos, mi madrina, mis amigas, todos esperaban en el living.
Todos querían abrazarme, estar conmigo.
Yo entendía que lo que pasaba era algo espantoso, y que estaban preocupados por mi.
Pero no quería nada mas que acostarme.
Esa noche llovió torrencialmente, parecía que el cielo se caía a pedazos.
Mi madre se acostó conmigo, me llevo una leche tibia, aunque me cargue la leche, esa estaba rica.
Lloré junto con el cielo.
Y mi corazón, dejaba de latir a ratos.
Al despertar, me levante rápidamente, me vestí, con al ropa mas sencilla, no me maquille.
Me tomé el pelo, apagué mi celular, y me fui.
A la casa de mi novio… Mi ex novio.
La madre no quería verme, pero yo la busque.
Señora Angelina, es necesario que hablemos.
• No tengo por que escuchar a la culpable de la muerte de mi hijo, como puedes ser capaz de venir a aumentar mi dolor, verte es como enterrarme en el corazón un cuchillo.
Las cosas no son así. Su hijo quería matarme!, yo no quería que esto pasara. Yo quería a su hijo, usted lo sabe bien, jamás le hubiese deseado la muerte.
• Que le hiciste, respondeme!!
Solo le dije que no estaba segura de querer casarme, y el me obligo a vestirme y casarme con el.
• No! Mi hijo seria incapaz de una cosa semejante. El era un buen hombre, y no se merecía conocerte!.
Me acerque y la abracé.
Creo que las cosas debían llegar hasta ahí.
Cuando Salí de la casa, venían llegando mis padres y mis hermanas.
No podía quedarme ahí, debía salir.
Tomé mi auto, prendí el celular para llamar a mi actor, necesitaba verlo, con todas las cosas que habían pasado, no habíamos podido hablar nada.
Cuando comencé a marcar, una llamada entraba en mi celular.
Contesté, era una mujer.
Me sito en un café del forestal, me dijo que había algo importante que debía saber.
Era algo de mi novio.
Cuando llegue, una mujer me hizo una seña.
Era alta, de pelo rubio.
Pedí un capuchino, ella bebía un cortado.
Me ofreció un cigarrillo, yo acepte.
• No me gusta andar con rodeos, te diré de inmediato el por que de esta sita tan repentina, y casi desubicada, tomando en cuenta el momento que debes estar pasando.
La verdad, es extraña, ¿Quién eres tú?, no me digas que eres la amante de mi ex novio, por que esto si que seria algo muy parecido a una novela.
• La verdad no, soy hermana de él amante de tu ex novio.
El silencio se poso en mi boca.
No podía decir nada, no creía haber escuchado mal, dijo “El amante”…
• Bueno, creo que no me dirás nada, tu casi esposo era homosexual, quería casase contigo no sé bien por que motivo.
Mi hermano esta está sufriendo mucho, por ese maricon cobarde.
No podía decir nada.
Me levante de la silla, y comencé a caminar, mientras ella me decía que escapar no solucionaría nada.
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