Entre dinteles
nuestras miradas se encontraron.
En violento estremecimiento
mi cuerpo viajó por el brumoso silencio
de arroyo en perenne caída
y mi alma voló entre la cresta del sol
y la comisura de tus labios.
Tu sonrisa plácida y coqueta
me invitó a entrelazar nuestras manos
mientras tus ojos bailaban en los míos
y nuestros cuerpos temblaban en monólogos
que abrigaban esa noche de promesas.
Entre ese ayer y el hoy en que recuerdo
la luna y el sol sólo han parpadeado.
Texto agregado el 25-01-2004, y leído por 210
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Lectores Opinan
26-01-2004
El Poeta se eleva para entregarnos un encuentro mágico como lo es aquel que se lleva en el recuerdo y lo has plasmado con hermosas imágenes. Mis estrellas y la ira que me provoca la bajeza de quienes vienen amparados por su miserable condición a dejar una estrella a quien escribe como los dioses. Un beso, Lionel. FaTaMoRgAnA
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