Un vaquero perdido en el desierto cabalgaba y cabalgaba y siempre llegaba al punto de partida, pues no tenia una brujula para orientarse. Estaba cansado, solo queria dormir, pero en la noche la arena se pone helada y dura,
Entonces se paro sobre la montura de su caballo, hizo girar su lazo con mucha fuerza y lo lanzo al cielo para cazar una nube,pero era muy chiquitita la que logro atrapar.
_Esta sera mi almohada_ se dijo colocandola sobre un montoncito de arena.
Volvio a pararse sobre su caballo, hizo girar su lazo y nuevamente lo lanzo a las alturas, como esta vez lo hizo con mas fuerza pudo llegar mas arriba y cazo una nube gorda_gorda: con cuidado la tomo entre sus manos y comenzo a darle palmaditas por todos lados, hasta que la dejo bien parejita y mullida .
_ Tu seras mi blanda camita_le dijo.
Asi el vaquero,Roger Kid,durmio feliz-feliz toda la noche, sobre las dos nubecitas amigas.
Habia empezado a salir el sol cuando nuestro vaquero desperto con los apretones que le daba la nube chiquita en su cabeza.
_ !Roger Kid, despierta, que si el sol comienza a disolvernos no podremos
regresar al cielo!_.
_Voy a quedarme dormido para siempre sobre ustedes porque no puedo encontrar
el camino de regreso, y estoy muy cansado_ .
_ Si nos dejas partir, nosotras te mostraremos el camino desde arriba.
Roger Kid, confio en ellas. Nuevamente se paro sobre el lomo de su caballo, ato con su lazo a las dos nubes, lo hizo girar con fuerza, y lo aflojo en el momento preciso para que sus amigas salieran disparadas hacia el cielo.
!Las dos nubes cumpliron su palabra!
Ambas se pusieron en fila: adelante la gorda- gorda y detras la chiquita, se fueron saltando derechito por el azul del cielo
Roger Kid, las seguia en su cabalgadura con la vista fija en ellas, hasta que dejo el desierto atras y reconocio el camino que lo llevo de vuelta a su rancho.
Una vez alli tomo su guitarra y canto una cancion vaquera muy Linda para las nubecitas salvadoras.
Y cuenta la leyenda que desde entonces, todos los dias al atardecer; muchas nubes se detienen sobre los ranchos, para escuchar a los vaqueros, que despues de su trabajo toman sus guitarras y cantan para ellas sus hermosas canciones para agradecerles el haber salvado a un camarada.
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