Nos estábamos emborrachando a base de bien. Ya no sentíamos el frío y tampoco la lengua. Cada cierto tiempo alguien abría la puerta detrás de nosotros, dejando así, que algunas notas se escaparan del Púb.
Pero no podíamos entrar, al segurata de la puerta no le gustábamos. Hijo de puta. Sonaba Iggy Pop y estábamos fuera.
--Maldito segurata—le dije a chuk.
--Sí, maldito...HIJO DE PUTA—le gritó a la cara.
El segurata seguía allí, de pie. Nos estaba ignorando.
Cogí la botella de vino, le di el último trago y la lancé directa a su cabeza. El tío, que estaba hecho un verdadero simio se lanzó en mi contra casi sin darme tiempo a pensar en como salir de allí. Chuk, el muy cabrón había aprovechado el caos para escabullirse dentro del Púb, dejándome con el culo al aire.
Como era de esperar el tío con sus nosecuántos kilos no corría ni la mitad de rápido que yo.
--MAMONAZOS—le grité mientras me alejaba. Al diablo con Chuk.