La noche envolvió su piel con vagos aromas mortuorios. Como un ave revoloteando el horizonte se hizo eco de sus debilidades, anhelando renacer en las cenizas de otros cuerpos. Demasiado tarde para arrepentimientos. Detrás, la eternidad estaba a la espera de una nueva alma...
Texto agregado el 25-01-2004, y leído por 360
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Lectores Opinan
25-01-2004
mmmm, un ladron de cuerpos??, te gusta anne rice? Vihima
25-01-2004
Anita, tu eres muy terrenal, no divagues tanto por esos espacios desolados. Tu prosa impecable y la temática siempre intrigante. gui
25-01-2004
como mejores más te vas a salir de este planeta, un beso. barrasus
25-01-2004
Me parece muy rebuscado y además contiene una imprecisión:
"La eternidad aguardaba a la espera de una nueva alma"
Es tautológico. Sale sobrando y más después de un párrafo tan adornado.
Sigue intentándolo, creo que tienes madera para mejorar. rodrigus