No quiero saber nada con las mujeres. Quiero estar SOLO. Todo empezó cuando la Susana me agregó al Messenger. Es la niña más linda que yo he visto en mi vida, tanto que ni siquiera tengo palabras para describirla. En ese tiempo yo era pendejo, tenía el pelo largo y la chasquilla me tapaba los ojos, me sentaba al final de la sala con los audífonos puestos, no pescaba a nadie, no me interesaba nada, en la cancha siempre estaba en la banca. Era flacuchento, espinilludo y todo el mundo me miraba como si yo fuera un bicho raro, un habitante de Plutón, la casa “Chubi” del sistema solar. Fumaba a escondidas y no cachaba nada de la vida, nada de nada…
Tenía 17 años, y mi meta en la vida no era tanto entrar a la universidad y llegar a ser un weon importante, sino sacarme buenas notas para salir pronto de la opresión escolar (pensamiento en voz alta: ¡SAQUENME LUEGO DE ESTA WEA!).
- Profesora: ¿usted es la mamá de Damián?
- Luisa: sí, ¿qué pasa?
- Profesora: como profesora jefe, estoy muy preocupada por su hijo. Primero no se corta el pelo, viene con zapatillas y usa la camisa afuera. Eso no sería nada, pero no pone atención en clases, si no está dibujando, está durmiendo, se hace el enfermo para no ir a la clase de educación física, llega con olor a cigarro…su hijo no tiene ningún respeto por las normas.
- Luisa: bueno, veo que no soy la única. Con mi marido también estamos preocupados. Se queda hasta las tantas de la mañana haciendo no sé qué cosas en el computador, es como si tuviera un mundo aparte. Estoy pensando seriamente llevarlo al psicólogo…
- Profesora: justamente eso le iba a sugerir…
Cuando no estaba frente a un computador, dibujaba cómics y hacía parodias de todos mis compañeros. En la casa, mi trayecto era de la cocina a la pieza y viceversa. No estaba ni ahí con el mundo exterior, chateaba todo el día con la Susana. Bueno, también bajaba música y leía la zona, pero son detalles.
No sé como salió el tema, pero cara de raja le dije que me gustaba, lo raro es que ella me dijo lo mismo. A ver, esperense… ¿la mina más rica de todo el colegio quería con – migo?, todos estábamos babosos por ella, entonces no me explico por qué, teniendo todas las oportunidades del mundo para estar con los tipos más bacanes, quería estar con un “loser” como yo. Ahí se notó que la mina era rara.
Tuvimos un largo romance por internet, duró como un año el webeo. Curiosamente, en el mundo real no tocábamos el tema, apenas nos hablábamos:
(día Lunes, 7:50 de la mañana. Locación: sala del 3º A)
- Damián: hola Susy…
- Susana: hola…
- Damián: está haciendo frío…
- Susana: mmm…
Quedamos de juntarnos en Estación Central. Estuve dos horas esperando como imbécil...después me resigné y fui a mirar los trenes, caminé por la Alameda hasta la placita de la estación Sta. Lucía. Prendí un pucho (le había prometido que dejaría de fumar), conversé con unos punkys y me fui a echar la talla un rato y a tomar en el San Cristóbal. Llegué en la noche a mi casa.
Eso fue cuando estábamos en cuarto. Pero un día me aburrí y la enfrenté. Le pregunté qué onda y no supo decirme nada. Hasta la graduación, ese día me dejó bien claro que estaba arrepentida, que el Messenger era una tontera y bla, bla, bla. Una “tontera” no dura un año, ni cagando, pero en fin.
En ese momento dije “filo con esta mina”. Me corté el pelo, me dejé crecer la barba y me hice un tatuaje en la espalda; la borré de mis contactos y cambié el PC por una batería, donde podía descargar toda la rabia y la locura que tenía, era una especie de terapia, una liberación. Di la PSU y no tengo idea cómo, quedé en diseño gráfico. Con mis amigos de la u formamos una banda de rock y tocamos en algunos pubs de vez en cuando.
Todo iba bien, hasta el sábado. Esa noche, tocamos en el “EstorBar”, como una hora. Preparamos un cover de Joy Division y dejamos la cagá. Cuando nos bajamos del escenario, agarramos una mesa y pedimos unas chelas. El Seba nos contaba el destino de la plata que se ganó en el casino de Viña:
- Seba: Weon, fui a la Fender y toqué las guitarras que se te ocurran…
- Rorro: naa, puta el saco wea bacán…
- Damián: ¿y por cuál te decidiste?
- Seba: no sé, la Telecaster igual está piola…
- Damián: no, si suena la raja, pero si te vai a gastar un palo y medio, cómprate una guitarra más versátil, no se po’…una Gibson SG, la Strato…la Telecaster igual es buena, pero si la tocai limpia. En cambio, con la otra podí usar el efecto que querai, la Stratocaster está diseñá pa sonar la raja como sea y en las manos de quién sea…
- Rorro: ¿Y usté, compañero?, ¿no ha pensado en cambiar los tarros, todavía?
- Damián: no sería malo…, ahora que lo pienso me compraría una Pearl, con dos platillos adicionales.
- Rorro: ¿Y pa qué chucha querí dos platos más?
- Damián: pa tocarlos al revés, po’…vivo. Ahora, ¿de donde podría sacar la plata? No tengo idea. Aunque se la podría pedir a mi abuelo…no es malo…después de todo, le dio con que se va a morir luego y anda comprando el cariño de todos sus parientes. Después de 22 años recién se pegó el alcachofazo de que yo también soy su nieto… No, me da lata en realidad…
- Seba: no seai weon, ahí tení la mano…
- Damián: siii, pero no quiero deberle nada a ese caballero. Es una cuestión de honor y de orgullo.
- Rorro: (que siempre sale con sus tallas desatinadas…) Obligao’ a salir a putear, compañero! Jajajaja
- Damián: naa más po’ jajajaja
- Seba: jajajajaja (pausa larga). Oye, esas minas nos están mirando hace rato…
En efecto, las niñas de las mesa del frente nos echaban el ojo. Una de ellas tenía cara conocida. ¡Me corto un…! ¡La Susana! Me doy vuelta y me hago el weón. Ya era tarde, de pronto su pelo castaño llegó a mi lado y me dejó un papel encima de la mesa: era su correo electrónico y su teléfono. Me caí de Ass… Ella se fue.
No sabía que hacer. Seguí haciéndome el loco y jugaba con el papel en mis manos (pensamiento en voz alta: si me dio sus datos, quiere decir que no me reconoce, no sabe que soy el Damián). Mientras los chiquillos seguían conversando, sentí la tentación de hacer un barquito de papel, pero me contuve. Me cuestioné si era correcto llamarla después de lo que pasó en el colegio.
Como el Seba vive a dos cuadras de mi casa, llegamos juntos a las 6 de la mañana del día siguiente. Caminábamos por Gran Avenida hasta que me lanzó la pregunta del millón…
- Seba: ¿la vai a llamar?
- Damián: no sé weon…la conozco de antes.
- Seba: con mayor razón. Quiere decir que le gustas hace tiempo.
- Damián: en realidad, yo busco una mina más auténtica… pensar que en el colegio habría matado por esta información…
Saqué el papel de mi bolsillo, lo miré y lo arrugué en mis manos. El Seba se dio vuelta a mirarme, mientras el teléfono de la niña más linda que he visto en mi vida, caía directo al tarro de la basura.
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