Con solo ocho años la mente de Serafín había envejecido por lo menos diez mas, era un niño de ojos triste que conocía toda la infelicidad del mundo, ese era un miércoles como otro cualquiera, casi las 8 de la noche sentado en el escalón frente a su puerta esperaba a su padre, sabia que venia cansado y con mal carácter, pero el solo quería darle un abrazo antes de retirarse en su catre raído y viejo antes que Candida su madre apagara el único farol que iluminaba la humilde casa…
Vio Serafín a su padre de lejos que venia con un paquete en la mano, eso si era raro, pero lo que mas le sorprendió fue que su padre traía una sonrisa en los labios a pesar de su notable cansancio…
-Papa…papa!.... Serafín corría hacia el para abrazarlo…
-Hola hijo, que tal ha ido el día?... Hoy traigo buenas noticias y tienen que ver contigo!...
Contentísimo Serafín dio de saltos alrededor de su padre que ya iba entrando a la casa, mientras que Candida azorada…
-Cual es el alboroto Serafín?!... Que tal viejo?....
-Mama, papa viene contento algo he de haber hecho bien!... siiiiiiiiii!!
-Hijo, no has hecho todavía, pero yo que conozco tu gran corazón se que lo harás sin dudar, para ayudarnos a todos en esta casa…
-Si papa si…. Que tengo que hacer?.... Decía Serafín con la carita iluminada por la alegría, mientras que el padre se disponía a contarle los acontecimientos…
-Veras hijo, hoy me he encontrado con mi prima Juana, la recuerdas?...
-Si, la maestra, esa que no le sonríe a nadie?....
-Exactamente, ahí estuvimos conversando y le conté de la extrema pobreza en la que nos encontramos, y a ella se le ocurrió una idea genial… Como vive sola con la otra prima Lala, decidimos que tu iras a vivir con ellas para ayudarles en todo lo que sea necesario y a cambio ella nos ayudara económicamente en lo que pueda…
Mientras Candida rostro de esperanza, la carita de Serafín empezó a cambiar de color, la tristeza se hacia dueña de lo que hasta ese momento era alegría, la desilusión y un dolor inmenso se apoderaban de su corazoncito ya maltratado, sin saber que decir, débilmente musito…
-Pero Papa, me alejas de tu lado….
-No digas tonterías hijo, te veré a diario, igual que ahora…
Comprendiendo que en ese momento el no importaba para nada, decidió sacrificarse por el bienestar de sus padres, aquellos padres a quienes su opinion parecía no importarles….
Cada día entendía menos Serafín el porque había nacido…
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