Dos candados de oro y plata
sellaron ya para siempre
el hogar donde reinaban:
Mi Sol.Mi luz;Mis quereres.
Tras la puerta,el cruel vacio
de dias irrepetibles
que se han quedado dormidos
con los sueños mas horribles.
Quedó sin luna el camino
de otro tiempo.Tabicado.
Por el que anduvo el cariño
con pasos enamorados.
Desapareció el refugio,
mi abrigo de soledades...
Temido y triste preludio
abocado a mis pesares.
Amurallaron el Templo
donde Dios se hizo ternura,
mirada,expresión y beso...
Gozo...Bendición...Dulzura.
Sepulcros seran los muros
donde anidaban las risas...
Sepulcros frios,oscuros...
Sin luz...Sin amor...;Sin vida.
Solo la perpetua imagen
de aquel,mi rincón de gloria...
Sera la invisible llave
de esa puerta en mi memoria.
Texto agregado el 27-09-2006, y leído por 236
visitantes. (2 votos)
Lectores Opinan
13-05-2009
Hermosísimo y sentido. Un deleite leer tus poemas. 5* astigitana
28-09-2006
Qué hermoso poema! El desprendimiento duele. Los recuerdos son la llave que nos los devuelve. Un abrazo y ***** graju
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