Camino por la trocha triste
de una estrella redonda y negra.
Busco el lugar a donde yo ya no
vuelva a ser el tiempo ni la sencillez conciente.
Hayo el apetito acaramelado y profundo
de las galaxias que unen mis pasos,
de las líneas invisibles que acechan
mis huellas asentadas,
escritas en la arena aireada.

Camino sin saber ni cuándo llegue al camino,
sin tomar la palabra necesaria
para evocarlo o ensoñarlo.
Apenas sé que ando en imagenes
de planetas invisibles que se llenan
de andariegos miserables para todos,
gigantes que no quieren su grandeza
sino la felicidad lejana que ahelan
como el aire los vivos,
como la vida los muertos.

Camino por el iris negro de los ojos
de un ser que imagina.
Soy uno de tantos que no sabe
a qué horas aparecer en frente,
en que día me toca el turno.
¡Soy un sueño caminante!
¡Ilusión oh hermosa ilusión!
Eres la tierra
donde las raices de mi mundo crecen.
Eres la cinta inevitable y frecuente
que me acaricia con su sabor a risa
y su olor a eter.

¡Ah!...ilusión..Déjame tenerte
en esta oda,
déjame guardarte para siempre,
déjame ser la claridad consecuente
de tu presencia...Lo único que quiero
es nadar en la laguna pura de tus imagenes,
de tus canciones, de tus voces.

¡Ilusión oh Ilusión!