Si puediera besarte e introducirme en tu mirada cálida, fugaz como el viento y misteriosa de noche. Si pudiera amarte hasta el cansancio, hasta que mi cuerpo flotase de tanto placer entregado y caricias al compás de mis manos prisioneras. Si pudiera dormir tranquila no estaría desvelada, pensando que la vida me quitó hasta el oxígeno que solo tú, me entregabas.
Texto agregado el 27-09-2006, y leído por 96 visitantes. (3 votos)