Cayó la tierra en mi cabeza mis lagrimas crearon barro que amoldé en mi anatomía creando el escudo invencible Recuerdos cayeron en mis ojos profundos e inigualables se fundieron en mi pupila adquiriendo el color del otoño canciones de rock y baladas desparramé en mis oídos todas juntas entrelazadas crearon la melodía de mis andares este cigarrillo encendido es la cuerda afinada es el dejo de un sufrimiento de una temporada pasada Nada más de olvidos nada más de perdones nada más de altruistas no quiero más sin sabores.
Texto agregado el 27-09-2006, y leído por 144 visitantes. (1 voto)