Inicio / Cuenteros Locales / ylvania / Y ella es una rosa
Bella rosa, aprende a nacer desde donde falleciste. No te adelantes en la curva que culmina este ciclo. No te apresures en tus pasos mientras tu espíritu desaparece con una niebla incierta.
Comprende, las espinas que te cubren no vienen en paquete intercambiable. Te sangran cuando te las quitan, te estorban cuando quieres ser abrazada. Bella rosa, entiende lo que no quieres entender y hallarás confianza.
No limites tus colores a la tricromía que se presenta ante ti, disfrazada de verdad confusa. Deja que tu alma renueve lo que no puede hacer tu memoria ni tu racionalidad. La humanidad que invade tu interior es la que empieza a arder en cada uno de tus pétalos. Si no te convences de dejarlos caer, no pretendas pegarlos con colbón, no quieras cortar con violencia el tallo que te mantiene de pie.
En este momento has que tu centro, linda y pálida rosa, se extienda en el aroma suave que le dejaste al viento. Recoge toda esa cálida fragancia, vístete y jamás vuelvas a intentar renovarte a punta de violencia. Tu lomo está aún herido, no vuelvas a aruñar tus hojas ni a morder lo que te cubre. Así no funcionan las rosas.
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Texto agregado el 26-09-2006, y leído por 129
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Lectores Opinan |
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17-08-2007 |
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Bonitas metáforas. Un pequeño fallo: no es "has que tu centro" sino "haz que tu centro", haz, como los haces de rosas o de sentimientos. altorcan |
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30-09-2006 |
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Original. Cada cosa tiene un porque aunque a veces no lo conozczmos. Me ha gustado leerlo.
Un saludo de SOL-O-LUNA |
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