vamos, Carlitos,
vamos a Teddy-Bear-Factory
quiero sentir
que el sabor de las galletas
oreo tracen el óleo de mi
sonrisa ,
y los dulces
ya no sean un problemas de caries
y de un traumático dentista
quiero explorar
ese mundo sin preocupaciones,
donde 50 céntimos
era la felicidad plena
para alguna "cosita insignificante"
y volver a girar y radiar.

Vamos Carlitos,
compremos un osito
y frotemos el corazón que va
en él
en el pecho para que siempre nos ame
en la cabeza para que nunca nos olvide
y en las rodillas para que nos de fuerza,
y pidamos un deseo mientras
nos invadimos de la magia
de creer y no razonar el porque

vamos, Carlitos
¿ya elegiste el nombre?
mira el osito
tiene cara de loquito
entonces,
que se llame Larkito,
como el Larco Herrera
por que los niños
y los locos
y los poetas
Solo decimos la verdad