Respiro profundo y miro atrás
preguntandome si fue lo mejor que pudimos hacer, de todas formas, pudimos vivir juntos momentos muy bellos...
Ahora que miro la luna, entiendo que probablemente tendriamos muchas heridas abiertas,
pero las hubiera preferido, a esta cobardia impotente.

Tu relejo que acostumbraba a posarse como sombra en las paredes de mi cuarto, ahora esta tan lejano que a penas si puedo desdibujarlo en mi imaginación.

Duele pensarte y saber que no hice nada por impedir tu partida, que tus ojos llenos de rabia no supieron admitir que me amaban profundamente...
Pero ahora, no queda nada mas que este sentimiento asesino.

Asesino de ti, de mi... de nosotros, por que tristemente veo, que tu, yo... nunca hubo