El vino se derrama sobre la alfombra de la ironía;
Enciendo un cigarrillo, el gato mueve la cola como burlándose de mí y por la televisión están pasando
sex and the city.
De la hora ni hablar, apenas tengo lucidez para recordar que estoy con vida; ahora veo al costado del vaso como se desplazan los lacerantes los recuerdos que nunca existieron.
Comienzo a buscarla con la mirada; pero no esta,
La llamo pero no aparece,
Trato de abrasarla y no esta en mis brazos;
Me desespero,
Me asusto;
Luego de unos segundos de silencio grito rabioso-¿dónde estas?-
Y solo el eco me responde.
Te busco como loco por toda la casa,
Las ventanas y las puertas están cerradas;
Nada me da un indicio de tu paradero...
En nuestra cama logro divisar mi cuaderno,
Esta abierto y tiene algo escrito; es tu nombre: Aradne.
Un sorpresivo malestar asalta mi cabeza;
La realidad emprende su marcha y los recuerdos aparecen.
Las botellas de vino, la guitarra, los cigarros,
El cuaderno, la soledad de mi casa; todo concuerda...
Nunca estuviste aquí; mas bien, ni siquiera existes...
eres solo un invento,
meramente un sueño,
sólo un nombre en el papel,
puramente el resultado de mi borrachera,
Sencillamente un personaje más.
Pero en mi locura fuiste real, me abrásate,
Me besaste eh incluso me amaste.
Pero eres el invento de este escritor borracho,
Eres únicamente un personaje y nada más.
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