LA MATA DE AJÍ
LEYENDA
A orillas del río Sinú, vivía una familia muy pobre, que apenas lograban sostenerse con los pocos pescados que podían pescar, Su alimentación estaba basada solo en pescados, yuca, maíz y ñame, en pocas cantidades la auyama una vez la Señora viajó a San Andrés a visitar unos familiares que tenia, al regresar a su rancho una de los familiares le dio una zarapa de chocho de ají el cual se llevó a su rancho que quedaba ubicado en las riveras del rió Sinú . Cuando llegó, su hija le dijo oh mamá tu que traes en esa zarpa¡ dame un poquito. La señora le dijo; cuidado te vas a comer eso que lo voy a guardar para el día que no cojamos pescados y lo colocó en el lacan que tenia en la cocina hecho con una vaina de coroza. Cuando la señora se descuidó la niña con sus deseos de comer el chocho de ají buscó un banco lo colocó debajo del lacan, tomó la zarapa y empezó a comer, con tanta sabrosura el chocho de ajíes con bollo afrechù, cuando la madre se dio cuenta la tomó por el cabello y le dio una tunda que la dejó por muerta, la niña empezó a sufrir por los golpes recibidos y a los pocos días murió. La madre asustada la arrastró hasta el arroyo hizo un hueco y la enterró a los 5 años fue la señora a buscar unas charangas y miró un palito de ají lo mas de hermoso y tenia unos ajíes grandes y madurito, ella trató de arrancar uno cuando escuchó, una vocecilla que le canto muy suavemente. No me cortes mis cabellos mamá. Soltó ese y agarró otro y de nuevo la voz le cantó. No me jales las orejas mamá
La señora que hasta ese momento no se había percatado se acordó de lo que había pasado con su hija, empezó a escuchar cosas, ruidos que la atormentaba así sufrió por mucho tiempo llegó el momento que no solo oía los ruidos empezó a ver sombras, como es una de nuestras creencias que el muerto sale y cuando lleva algún resentimiento se empauta y se vuelve maligno, acá nosotros lo llamamos sombras malignas o viento de zeta, los que se hacen dueño de los cuerpos de las personas de quien ellos quieren vengarse, hace que le den pataletas, deliran, no comen, se van acabando en vida hasta que por último mueren así le pasó a esa Chola sufrió tanto y murió muy arrepentida en tanto que en sus delirios llamaba a la niña hablaba con ella, como si hubiese estado viva, le decía cosas y ella misma las contestaba pero con la vocecilla tierna de la hija jugaba con la muñeca de trapos que ella misma le había hecho en una de las pocas navidades que pudo vivir su muerte fue tan triste que se disecó en el catre en donde dormía quedó como una momia que se savia que estaba viva por que se movía y hablaba tantas cosas y lloraba, se quejaba como cuando ella le propinaba los golpes con que mató a la niña antes de morir recogió los ajíes maduros que habían en la mata que lloraba y hablaba y pobló casi todo resguardo dicen que esa siembra surgió el ají picante como castigo al pecado cometido con la niña, pues el ají dulce se convirtió en picante con que se hace el vinagre y el para gallos desde ese momento el ají es sagrado para los Indígenas quienes lo convirtieron en uno de los platos favoritos en el resguardo.
Hoy con el ají se hace machucado, con bollo poloco, chocho con bollo harinado, para gallos con bollo afrechado, el casado que se prepara con los dos ajíes dulce y picante se le puede agregar huevo, pescado desmechado carne molida se utiliza para todas las comidas en el resguardo.
Esa tierra quedó sola y todo el que trata de tomarla en posesión, la debe abandonar, por que todas las noches escuchan la voz de la niña pidiendo ayuda y clamándole a la mamá que no lámete, escuchan cuando se cae algo afuera en la parte donde estaba la cocina se levantan y no ven nada y por temor abandonan el lugar, Llevando el comentario de que ese lugar esta emputado.
Pero todavía nadie a dicho que han visto algo solo lo que escuchan por las noches y esa vocecilla que viene del arroyo cantando lo del ají.
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