“Su acento era audaz y al principio fue la tilde de un domingo en la playa. Audaz, porqué decía lo que tenía que decir de manera certera y justa, pero logrando que el oyente –en este caso yo - pidiera más y más de sus palabras con sonsonete exótico. Y eso de la tilde porqué con su cuerpo de gitana, sus ojos rojos debido al humo crema que antes habíamos ingerido y sus manos desnudadoras, me subrayó el último domingo del año pasado tornándolo activo, cuando los domingos son de reflexión y más aún del último del año, ¿o no?”
“Bueno... luego vino la pequeña osadía. Cuando ya despuntaban las primeras estrellas, le pregunte a la chica, que era andaluza, si quería ir a un “sitio”. Días antes había discutido con Andrade acerca del uso del vocablo más preciso para invitar a una damisela al motel más cercano: El opinaba que “lugar” era un termino muy abierto y poco intimo, desde el punto de vista literal, pero también con el subtexto incluido. “O sea... si “yo dijo vamos a un lugar” –alegaba Andre (por que los amigos le decíamos Andre)- la mina pude suponer que vamos a una esquina oscura, al bar de la esquina o X parte que puede ser un motel, lo que es muy ambiguo y se presta para ambigüedades, por ende creo que al hablar de “sitio”, más aún si se los dices al oído, al pasar y al dente (o sea cuando más excitada este), no habrá confusión y dirá ciertamente que si o ciertamente que no, pero sin dudas... y, ojo, por que yo creo que nunca dirá que no...”
“Ciertamente ella me dijo que no. Pero me lo supo decir con maestría: “Te molestaría que mi respuesta sea negativa”, respondió mientras cogía la botella de vino con la izquierda y mi polla con la derecha... Al final acabamos atracando en el estacionamiento de la playa y cerca de las 3 de la madrugada me fue a dejar. “Qué estés bien bella andaluza, espero volver a verte”, “cuídate Roberto, eres el mejor chileno que he conocido”. Así, tal cual, esas fueron las palabras de despedidas y le aseguro que pensé que nunca más la volvería a ver, aunque era amiga de mi hermana y ahora que lo pienso nunca he sabido como se conocieron”
“Al otro día vinieron mis amigos a buscarme para organizar de mejor manera el carrete de año nuevo. En el fondo lo que buscaban estos huevones era si podía conseguirme el galpón de mi abuelo para juntarnos a tomar, porqué la verdad no teníamos donde juntarnos ni siquiera para tomarnos algo después de las 12... Bueno, al final no me conseguí ni una hueva y quedamos que el flaco Mannara abriría el portón de su casa y ocuparíamos el garaje esa madrugada. El problema que mientras ordenábamos el garaje, porqué la familia de Mannara arregla autos y acumulan un montón de fierros y motores inservibles en la cochera, la andaluza se me apareció en la mente y no me dejaba tranquilo. Con decirle que el dije al flaco Mannara que pusiera algo de música, así como para despistar los fantasmas, pero sólo conseguí aumentar más la melancolía.”
“Entonces la llame. Se que fue una medida estúpida en el momento, que si lo hubiera comentado con los demás me hubieran dicho que no hueviara y que abriera otra cerveza, pero después de cortar y guardar mi celular en el bolsillo, supe que la andaluza se había calado en mí. ¿Sabe?, no le diré lo que me dijo no lo que yo le dije, porqué eso es intimo, pero basta con decirle que agarre el primer bus a Algarrobo y pase al año nuevo con ella.”
“Mire, quise hacer este traje con puros tijeretazos de buen orden en esta ocasión y no ser tan cara dura de invitarla a un “sitio” otra vez, pero la verdad es que ella entendió el gesto de pegarme el pique y se entregó a mí en todas las posturas y, la verdad, es que yo también me entregue. De ahí que estoy así, medio enamorado, y es por eso que ahora voy a verla, porqué luego de pasar 3 días más juntos, ella tuvo que volver a Sevilla...”
“Sabe... de nuevo pense que no la volvería ver cuando en el aeropuerto – porqué fíjese que la fui a dejar hasta al aeropuerto- me dijo que nunca olvidaría el año nuevo que le hice pasar, y yo –que la miraba como simio- sólo atine a decirla algo así como: “Este no es un adiós, sino que un hasta luego” una huevada por el estilo que creo que leí no se en que libro o ¿lo vi en una película?, bueno, en fin...el asunto es que cuando tome el taxi y me iba de Pudahuel me juramente volver a verla.”
“Y así empezaron los mails. Uno cada día, uno cada mañana. La cuenta de Internet aumentó el doble, pero el primer mes así fue la rutina. Los mail míos eran cortos y con mucha información amontonada, pero cómicos –eso me decía ella-; y los de la andaluza eran más largos, bien escritos, atentos y llenos de ganas de verme, lo que provocaba en mí las mayores ganas de meterme en el computador y parecer en su PC, allá a las orillas del Guadalquivir.”
“Yo mi vida la seguía haciendo normal, porqué como que el amor motiva al ser humano, así que en el diario donde trabajo iba un siete: Llegaba a la hora, me iba a la hora y a casa a chatear o ver sus correos electrónicos. Un día hablando por MSN me la tiro con suavidad primero, pero con escándalo después: “Ven a España, que yo te invito y te pago el pasaje”. Que quiere que le diga...era lo que más anhelaba en el mundo, viajar a verla a su España, y más aún Andalucía que es lo mejor de Europa (junto con Hungría diría yo)... pero le respondí que no. Qué bajo esos términos yo no iba, que me daría mucha lata ir y que me pagara todo...”
“Mí amigo Andre me dijo que fue la mejor respuesta que podía dar, que quedaba bien “parado” y de paso dejaba bien parado a todos los chilenos, que como bien sabe usted tienen fama de “barsas” en Europa, pero igual sentía pena y un dejo de arrepentimiento, sin embargo eso no amilano nuestra relación electro-epistolar y me dijo que si yo no iba, pues venía ella y que en julio estaría por Chile.”
“Yo no sabia que era lo que me cautivaba de esta mujer, pero creo que era su voz, dulce, pero recia que decían solo verdades y nada de sandeces. Y mientras un día iba al correo convencional a dejarle una carta convencional (esas que se escriben en papel y se demoran semanas en llegar) pase a jugar un Loto. Tuve una intuición, sabe, pedí un volante y anote números claves: Su cumpleaños, mi cumpleaños, el día que llego a Chile a fines del año pasado, el día que se fue de Chile, el día que nos besamos por primera vez y otro número al azar, que creo era el 12, en total seis.”
“Para mis adentros igual me pasaba rollos con lo que haría con la palta, pero mi prioridad en todas mis imaginaciones era que tomaba el primer avión como este y me iba a España, a verla, a tocarla o oírla...Yo sé que no me la va a creer, pero no saque ningún acierto. Ninguno, nada... pero el boleto tenía un numero de serie, o un código, no sé que al final, la cuestión que al lunes siguiente que se tira el pozo me llamó la agencia donde compre el boleto y me dicen que ya puedo ir a retirar el premio y que me felicitan... yo sólo atine a decir “cuanto”... $500.000, me respondió la voz a lo otro lado de la línea que nunca supe si era de hombre o de mujer.”
“Eso fue el lunes... el martes saque los ahorros que tenia en el banco –algo así como 400 lucas-, ayer compre el boleto y ahora estoy volando a Madrid para luego cortar directamente a Sevilla, no sin antes llamar a mi chica andaluza y decirle que iba a la madre patria y que me esperara en el aeropuerto. No le explico lo contenta que se puso cuando le conté, sabe... hasta llore fíjese... pero al fin acá estoy pues, volando a ver a una mujer con la cuál sólo he compartido, exactamente, 5 días, 4 noches y nuestros cuerpos, pero que en estos meses ha dejado de hacerme feliz... para que vea así es el amor. ¿Y usted a que parte de España me dijo que iba?”