NADA DE LA OTRA ESQUINA DE TUS MANOS ©
(A la hermosa secretaria del juzgado 15)


Mientras tecleas,
Con pavorosa rapidez
El expediente inmundo de mi vida,
Te contemplo.

No te han dicho jamás –estoy seguro-
De las mil aves que se esconden en tus manos
Y que quieren escapar entre las teclas
Con estremecedor aleteo
De ese oscuro mundo de la nada.

Quien iba a imaginar entonces,
Que del otro extremo de tus manos
No se extiende el universo,
Nada vuela,
Nada viene.

Quien se iba a imaginar
Que del otro extremo de tus manos,
Nada.
Absolutamente nada.