Mi cordura se esta debilitando,
suspiro por las tardes oscuras,
que escupen los pedazos de mi
con tu sello
grabado sin piedad
sobre mis hombros.
Estoy en esta danza
salvaje de recuerdos,
sumergida en mi sangre,
que nunca esta a la altura
de las manos que siempre,
me aprietan el corazón
hasta secarlo.
Y vos estas tan lejos,
tan vacio de mi,
tal olvidado.
Mis piernas se duermen
y yo caigo,
sobre el cemento frio
de esta ciudad
arrogante como tus labios,
que siento en mis caderas
y se que no son tuyos,
pero mi cintura se extremece,
aunque tu ya no estes
tiemblo contigo,
en este mismo instante,
brazos extraños
me precipitan al abismo
de tu sexo,
de tu sonrisa.
Y vos estas tan lejos,
tan vacio de mi,
tan olvidado...
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