Duermo mal, despierto muy temprano de madrugada, doy vueltas por la cama sin encontrarte y me doy cuenta de que te necesito, como nunca… si sueño contigo lo paso mal hasta en el sueño y tanto más al despertar, porque refleja que te extraño aunque no quiera reconocerlo, y saber o pensar que sales con alguien más, aunque sea sólo como amigos, me pone malo, me provoca sentirme incómodo sin poder menos que nunca, decirte ni reclamarte nada. Sueño te mudas de tu casa y me preocupo por vos, pienso en todos los cambios que ello encierra y voy a verte sólo para darme cuenta, que has pasado tan pronto de mí saliendo con alguien más, que parece que lo nuestro no hubiese ocurrido vez alguna, me sumerjo demasiado en el recuerdo tuyo, en lo que faltó por hacer por no pedirlo, y en lo que faltó por saber por no decirlo, como si todo hubiese sido sólo un sueño inconcluso, donde alguien me ha despertado demasiado pronto, dejando demasiadas cosas pendientes.
Hay ruidos en la casa y estoy intranquilo, porque he despertado después de soñarte, sólo para recordar solo lo mucho que sé te amo y he recordado entre otras cosas todo cuanto me significa el haberte encontrado, sabiendo mi boca nunca tan vacía, ni mi espacio más ausente de tu luz, porque nunca ser tan diferentes significó tanto, como cuando decidiste por los dos que era suficiente como para no seguir intentando seguir juntos. Ahora que acaso no tengas tiempo para esto y lo veo todo un poco más claro, no hay motivo alguno para no marcharme ya, para no volar hacia donde ya no pueda encontrarte ni por casualidad un solo día, porque me has dejado marchar, y sólo resta que lo decida, para no volver a soñar siquiera con abrir mis pendientes y no encontrar una carta tuya…
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