Vidas Paralelas
“Vivo sin vivir en mí,
y de tal manera espero,
que muero porque no muero”
Versos de Santa Teresa de Ávila que antaño disfrutaba y que hoy percuten y minan mi existencia de tanto resonar en mi cabeza. Lo sé, lo sé, ......lo admito. No puedo continuar así. Algunos creen que a base de repetírmelo una y otra vez, entraré en razón, pero nadie entiende que lo sé, comprendo la situación y cada vez que alguien se erige en mi pretendido iluminador no hace mas que ahondar mi dolor interior y alimentar mi ya crónica depresión que día a día se va haciendo con el control de mi vida.
Siento vergüenza de mi mismo, soy un fraude como hijo, esposo y padre, pero no puedo mantener más esta situación. Nadie me podrá decir que no lo he intentado, cada mañana de cada día de los últimos seis años, he buscado trabajo ¡Vive Dios!...., de lo mío, de lo del otro y del que no quiere nadie. Me he tragado el orgullo hasta que ya no tuve nada que tragar, me he humillado en situaciones que me avergüenzo hasta de recordarlas y apenas he conseguido traer a casa un resultado que se pudiera considerar digno.
No soporto mas esta doble vida que se debate entre la de ser un cabeza de familia protector y comprometido, al mismo tiempo que un parado de larga duración sin posibles. Mi dignidad se hace añicos ante cada contemporización de mis hijos, el ánimo de los míos me hace cada día mas daño, mi voluntad se debilita tras cada día en blanco, mis proyectos de vida se desvanecen cada vez que incumplo mi palabra tantas veces tranquilizadora y hoy convertida en una mera monserguilla que suena a excusa rancia y ¿mis ilusiones? ......¿Cuáles?,... ya no quedan, solo hay vacío.
Renuncio a mis vidas paralelas, .....¡Me rindo!
“Sólo con la confianza
vivo de que he de morir,
porque muriendo, el vivir
me asegura mi esperanza.”
Dedicado a la gente de bien que lo único que pretende es sacar adelante a su familia honrada y dignamente........
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