La rabia juega sola
mira con mordaz inocencia
las tardes deshiladas de viento azul
despeinando al negro sol del silencio,
las palabras hieren
mis vulnerables contornos
lloro debajo de mis párpados,
una cara sin rostro me mira
sin necesidad de ser
quizás porque no me pertence
al mundo que me toca vivir.
Texto agregado el 18-09-2006, y leído por 307
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